SANTIAGO.- Según cifras entregadas por el gobierno esta semana, en el país hay alrededor de 1.100.000 inmigrantes, lo que representa un 6,4% de la población. De esta cifra, 300 mil se encuentran de forma irregular en Chile.
Por esto, además de anunciar una nueva legislación para el ingreso de extranjeros, el Ejecutivo comunicó que iniciará un proceso de regularización extraordinario para ese grupo, que luego de legalizar su situación les permitirá optar a contratos de trabajo y a la residencia formal.
Pero ¿qué opinan los extranjeros irregulares de esta nueva situación? ¿Cuáles son sus temores y deseos ante este proceso? Emol conversó con algunos inmigrantes no regularizados que residen actualmente en el país. Aquí sus testimonios.
Presente y futuro
El ingeniero industrial Michel Mechado (39) es cubano y lleva tres meses y medio en el país. "Todavía no estoy satisfecho (en Chile), porque continúo viviendo en condiciones inferiores a las que vivía en Cuba. Los motivos por los que vine, que fueron para mejorar mi calidad de vida, no se han cumplido. Pero voy a salir adelante como sea, no quiero otra opción para mí", cuenta.
Respecto a la regularización anunciada por el Gobierno y con la cual él se vería beneficiado, comenta que "es un mecanismo ventajoso" donde "los irregulares vuelven a componer sus derechos, se eliminan los abusos a los que son objeto, tanto laborales y de vivienda". Además, dice que es una manera en que el país le devuelve el favor a otras naciones "que en su momento acogieron chilenos ante la inestabilidad políticas, económica y democrática".
Para Mechado la regularización de su situación es clave en estos momentos: "Deseo encontrar un trabajo digno donde sea remunerado según mi trabajo, mi esfuerzo y el plus que pueda aportar, como cualquier ciudadano chileno. Mis temores, son que el pueblo chileno no comprenda que no somos competencia, que somos seres humanos que en su mayoría venimos a aportar y que el costo que pagamos siempre es alto".
Desde República Dominicana
Los planes del publicista dominicano, Jesús Javier Pérez (24), con su familia son muy distintos a los de Mechado, él y su mujer llegaron hace tres años a Chile en busca de nuevas oportunidades. "Lo peor de venir a Chile es haber venido ilegal, sin ningún papel que nos sirva para poder volver a nuestro país (…). Con el nuevo plan de Piñera se nos abrió una nueva puerta para poder conseguir la regularización de forma más fácil. Como tenemos un hijo chileno que nació hace 10 meses, estamos haciendo el papeleo a través de él, y lo único que queremos es regularizarnos y tratar de hacerlo antes de diciembre para ver si podemos viajar a República Dominicana, sino tendremos que irnos definitivamente no más", reconoce Pérez.
Según cuenta, hace tres años no vuelve a su país para ver a sus familias por no tener los papeles. "La idea es juntar la mayor cantidad de plata posible para volver a República Dominicana y establecernos (...) ahora estoy contento, hace dos años trabajo en una empresa como publicista, pero me costó mucho poder llegar a este puesto, antes estuve en 20 trabajos diferentes".
Elizabeth Fortuna (32), chef , también dominicana, llegó en noviembre del año pasado y ya lleva cinco meses en Chile. Para llegar, viajó a Lima desde su país y luego en bus, muchas veces le tocó caminar también. "Cuando lo hacía, con los bultos me agotaba, mucho por el peso, pero cuando pensaba en mis hijos me hacia la fuerza y el ánimo".
Ella empezó haciendo aseo en un hotel y sigue en eso hasta ahora. "En República Dominicana trabajaba en un restaurante cocinando, porque soy chef. Si se me diera una oportunidad para ser chef acá la cogería definitivamente", sostiene.
Pero su objetivo principal en este minuto es enviarle dinero a sus hijos de 5 y 11 años todos los meses a su país, "Cada vez que cobro mi dinero acá, les mando los 15 y los 30 de cada mes. Como acá hay una mejor vida, la plata que gano rinde mucho allá", explica Elizabeth.
"Casi no he podido salir a recorrer (Santiago), conozco el centro y los carritos chocones. Pero casi no salgo y trabajo lo que más puedo para mandar más plata para dominicana y que un día pueda tener a mis hijos acá”, relata. "Le pido a Dios poder sacar los papeles para regularizarme y así poder seguir trabajando y traerme a mi hijos, sino voy a tener que regresar a mi país de alguna forma”, añade.
