SANTIAGO.- "Se cumplen dos años de la inundación de Providencia a raíz de una impericia en el manejo del curso del río Mapocho por parte de las concesionarias Costanera Norte y Sacyr, pero aún no se indemniza a sus víctimas".
Así comienza una carta enviada a El Mercurio por Catalina, Laura y Arturo Infante, la familia detrás de Librería Catalonia. Ubicada en Las Urbinas, la librería perdió más de 6 mil libros con la inundación de ese mes de abril.
En la misiva, los socios denuncian que "si bien sus gerentes (de las concesionarias) reconocieron públicamente la plena responsabilidad de las empresas y que se harían cargo de las consecuencias, finalmente sólo lo hicieron con los daños menores y con sumas irrisorias que quedaron ocultas bajo forzosas cláusulas de confidencialidad".
"Para los grandes daños, decidieron sólo responder por sentencia judicial, con el claro propósito de que las víctimas no fueran capaces de soportar los costos económicos y psicológicos de un juicio", añaden los firmantes.
Dicen, además, que "en las audiencias de conciliación ocurridas a la fecha, los jueces les han fijado las bases de acuerdo, pero con gran soberbia han preferido continuar con el desgaste de la contraparte, arguyendo ahora que su responsabilidad no está acreditada".
A juicio de la familia Infante, la batalla legal que llevan es "contra estos colosos que se cuentan entre las constructoras más grandes del mundo". También denuncian que existió "pasividad cómplice" de parte de las "autoridades máximas del MOP", quienes "en su momento parecieron más comprometidas con las concesionarias que con los damnificados".
"Esperamos que las nuevas autoridades de Obras Públicas tomen debida cuenta de las decenas de juicios millonarios que hoy enfrentan estas empresas, por su irresponsabilidad civil, a la hora de seguirles otorgando nuevas concesiones", finalizan.
