SANTIAGO.- El Comité de Protección para la Infancia de la Conferencia Episcopal, liderado por monseñor Alejandro Goic, sostuvo hoy un encuentro con los sobrevivientes de los abusos sexuales cometidos por miembros de la Congregación de los Hermanos Maristas.
Luego de la reunión, la cual se extendió por dos horas, Goic dedicó unas palabras a la prensa y afirmó que "esta mañana hemos escuchado sus testimonios, sin duda con mucha atención, y hemos compartido el dolor que ellos tienen y lo que han vivido".
"Nos hemos comprometido porque es nuestra misión seguir trabajando para que estos temas de los abusos puedan acabarse en nuestra Iglesia y en eso está empeñado el consejo desde hace siete años", añadió.
Respecto al contenido de la cita, el obispo de Rancagua aclaró que "vamos a hacer un comunicado oficial, probablemente mañana, de lo que fue esta entrevista. Estamos preparando una declaración hecha por todos los miembros del consejo"
Seguido de ello, Goic se refirió al encuentro que sostendrán en mayo los obispos de Chile con el Papa -reunión que el mismo Francisco solicitó-, con el fin de abordar la crisis que azota a la Iglesia chilena.
Esto, a raíz del informe de monseñor Charles Scicluna, enviado especial del Papa a Chile para escuchar los reclamos contra el obispo de Osorno, Juan Barros, a quien acusan de encubrir los abusos del ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima.
Pero no solo el nombre de Barros habría salido a flote, sino que también otros obispos integrantes de la disuelta agrupación encabezada por Karadima, Pía Unión Sacerdotal, podrían verse perjudicados tras la visita de Scicluna.
Ante esto, Goic indicó que para él la situación actual por la que pasa la Iglesia en Chile "es el dolor más grande" que ha enfrentado el clero a lo largo de sus años como sacerdote.
"Pero la voluntad del Papa y nosotros los obispos es luchar con todas las fuerzas para erradicar este mal", agregó.
En cuanto a posibles peticiones de renuncia durante la instancia en Roma, el obispo sostuvo que "no puedo ponerme en el lugar de otros hermanos, cada uno es responsable de sus actos y si algunos hermanos consideran que ese es un camino, es responsabilidad de ellos".
"Lo importante es llevar a todos los católicos de Chile a que oren para que esta reunión tenga un antes y un después (...) Este dolor traerá una renovación a nuestra querida Iglesia", concluyó.
