CARACAS.- El consulado de Chile en Caracas amaneció hoy repleto de venezolanos que buscan conseguir la "Visa de Responsabilidad Democrática", impulsada la semana pasada por el Gobierno de Sebastián Piñera, para poder radicarse en el país.
Pese a que el consulado no atendió público este lunes, muchos de los presentes se agolparon para poder leer una pizarra que tenía escrito los pasos para obtener el documento.
"No empujen, todos somos venezolanos", gritó alguien en medio de la aglomeración de alrededor de 400 personas, que estaba siendo controlada por docenas de policías.
Los requisitos -puestos por el gobierno chileno por la creciente migración venezolana- no están claros para Leipzig Mijares, administrador que llevaba un año y medio preparando su partida.
"Quienes tenemos pasajes a Chile para esta semana estamos en un limbo", dijo angustiado Mijares, de 44 años, que llegó muy temprano a la sede diplomática buscando información sobre la visa especial. "Sabemos que venía una ley migratoria porque en Chile la migración ha sido desordenada, pero no nos da tiempo de tramitarla antes del viaje", agregó el hombre que tiene pasajes comprados para viajar el viernes junto a su primo.
La pizarra advertía que tenían que entrar a la web de la cancillería chilena o a las redes sociales, porque el trámite tiene que realizarse en línea.
Una situación parecida fue la que se vivió en el consulado de Puerto Ordaz (al sur), que tampoco abrió sus puertas, según reportes la prensa.
En la página del ministerio de Relaciones Exteriores se explica que el visado de "responsabilidad democrática", es para quienes quieran residir en Chile, quedando fuera los venezolanos que quieran ingresar por razones turísticas.
Debido a la hiperinflación del 13.000%, escasez de comida y falta de remedios, miles de venezolanos han optado por irse de su país.
Tomás Páez, sociólogo experto en migración, aseguró que entre 400.000 y 500.000 venezolanos salieron en los dos últimos años, mientras que desde la llegada de Hugo Chávez al poder, entre el año 1999 y el 2013, emigraron unos 2,2 millones de personas.
El flujo hacia Chile es creciente, de 8.001 migrantes venezolanos en 2014, se pasó a 84.586 en 2017, según el ministerio del Interior chileno.
El éxodo podría seguir creciendo, ya que 34,7% de los cerca de 30 millones de venezolanos considera irse, de acuerdo una encuesta de Datanálisis.
Maduro reconoció en febrero pasado que en Venezuela "hay migración" forzada, pero atribuyó a la "guerra económica" para provocar su salida.
La visa anunciada por Piñera frente a la "crisis democrática" venezolana tendrá vigencia de un año, prorrogable por una vez, y dará la posibilidad de pedir la residencia definitiva.
Jesús Mijares, vendió su auto y varios electrodomésticos para costear el pasaje a Santiago -cada vez más caro y escaso-, cree que el visado es un obstáculo más para quienes como él ya tenían los documentos exigidos por Chile, "Ahora con esta visa no sabemos si vamos a viajar porque no queremos entrar al país de forma ilegal", y agerga: "tengo dos hijas y no puedo comprarles ni un helado".
La legislación actual -cuya reforma anunció Piñera- permitía a quienes ingresaran como turistas pedir residencia temporal o definitiva.
Para Johana Carrillo, de 38 años, y su esposo Eduardo Faría, de 36, quedarse en Venezuela no es una opción. Ambos son empleados públicos y apenas ganan para “comer a medias”, dicen.
"Tenemos dos niñas de tres y cinco años. La mayor tiene una afección renal. Aquí no podemos tratarla, no hay medicamentos", asegura Carrillo.
"Lo que arranca como una medida de apoyo termina siendo algo complejo. No están siendo solidarios, estamos siendo excluidos", se quejó Leipzig.