El ministro de Justicia, Hernán Larraín.
Agencia Uno.
SANTIAGO.- Como "un tema sumamente delicado" catalogó el ministro de Justicia, Hernán Larraín, la situación del machi Celestino Córdova, único condenado por el crimen del matrimonio Luchsinger-MacKay ocurrido en Vilcún en 2013.
Lo anterior, luego que la autoridad religiosa mapuche anunciara la decisión de radicalizar su huelga de hambre con el fin de que se autorice su trasladado hacia su altar sagrado para celebrar una ceremonia. La advertencia implicaría pasar de una dieta líquida a una seca.
Córdova dio a las autoridades un plazo de 72 horas para acceder a su petición. Sin embargo, el ministro Larraín frenó las intenciones del condenado, al asegurar que "no estamos en condiciones de negociar bajo presión".
"Nosotros hemos dicho a quienes nos han transmitido las inquietudes de Celestino Córdova que depuesta la huelga de hambre (...) podemos conversar. Tenemos la mejor voluntad de poder conversar una vez depongan la huelga", afirmó el ministro.
El machi, recluido en la cárcel de Temuco, lleva casi cien días en protesta, según sus cercanos.
Este miércoles, en Temuco y Osorno hubo una serie de protestas y manifestaciones de comuneros para exigir que lo dejen ir a la ceremonia religiosa mapuche.