Jorge Abbott, el fiscal regional.
El Mercurio/Archivo.
SANTIAGO.- Ante el Presidente de la República, Sebastián Piñera y varios ministros del gabinete, el Fiscal Nacional, Jorge Abbott, realizó la tercera cuenta pública de su mandato.
En ese contexto, aseguró que los delitos de carácter terrorista en la macro zona de La Araucanía
"siguen imponiendo dificultades en nuestra labor investigativa", agregando que
"la complejidad para identificar a los responsables de ataques incendiarios es consecuencia directa de las escasas evidencias y medios de prueba".
En esa línea, apuntó a los tribunales de Justicia, sosteniendo que "tenemos una seria dificultad relacionada con la falta de valoración que hacen los tribunales de la prueba indiciaria, en especial en lo referido años violencia rural".
En cuanto a los casos económicos de alta complejidad, como Penta, Corpesca, SQM y Caval, señaló que la acción penal se ha visto dificultada por falta de cooperación de testigos e imputados, además de las estrategias de defensa.
Respecto a la "Operación Huracán", que generó un quiebre entre la institución y Carabineros, Abbott dio por superada la tensión y agregó que "el Ministerio Público ha dado muestra de ello, investigando con celo a miembros de un órgano colaborador de la fiscalía, quienes parece no haber entendido que carece de toda legitimidad la persecución penal a cualquier precio, propia de otra época felizmente superada".
En cuanto a la autonomía y objetividad, el persecutor señaló que son dos aspectos "esenciales para que la acción penal tenga éxito".
"Ni en este caso ("Huracán"), ni en ningún otro, la Fiscalía estará disponible para amparar actos que vayan contra el ordenamiento jurídico que rige a todos los chilenos, sin importar el rango o posición social de sus autores".
Y el fiscal terminó señalando que para el Ministerio Público es "urgente" dar con los responsables de hechos de violencia rural en La Araucanía, pero que el objetivo no se prestará "para vulnerar la ley".
