El ex parlamentario oficializó el sábado su renuncia.
Héctor Yañez, El Mercurio
SANTIAGO.- A un día de que se diera a conocer la oficialización de su renuncia a la Democracia Cristiana (DC),
Gutenberg Martínez se refirió a lo complejo que fue tomar la decisión de abandonar el parido en el que militó durante 54 años y en donde también ejerció como timonel.
"Son decisiones difíciles, que nunca son de un 100%. Es complicado y muy duro. La historia común, tantas amistades y luchas que hemos dado entre tantos. En el partido, sus militantes y dirigentes son gente buena. Para llegar a esto le he dado vueltas y vueltas", explicó el ex parlamentario al diario La Tercera.
"Pero siento un compromiso vital por la presencia desmedrada de las propuestas humanistas en el país y en ese desafío deseo ayudar a tanto joven que ya se ha ido del partido a crear algo nuevo en este proceso que hemos denominado una superación en positivo", explicó.
Martínez deja la colectividad en medio de una profunda crisis, que también desencadenó la salida de otros militantes históricos como su esposa, la
ex canciller Soledad Alvear, quien oficializó su renuncia hace una semana.
El ex parlamentario enfatizó en las dificultades de abandonar la DC, considerando el escenario que vive el partido: "Si uno se fuera para la casa sería probablemente más fácil, pero en nuestro caso, la salida es para ayudar a constituir algo nuevo. Y eso es un trabajo gigantesco: de organización, de captación, de estructuración, de recorrer el país.
Quedarse en un medio que uno ya conoce y en el que, por lo tanto, se desplaza con facilidad, no es innovar en lo que uno está haciendo. Por lo tanto, es más fácil quedarse, porque es lo que haces habitualmente".
Martínez también respondió a las críticas que ha recibido de parte de quienes lo apuntan como uno de los responsables de esta crisis:
"No participaré en ninguna polémica con mis amigos dirigentes del PDC. Asumo todas mis responsabilidades en la historia común. Yo con esto doy vuelta la página".
"En todo caso, es precisamente la falta de acuerdo sobre los diagnósticos, los problemas y disyuntivas y cómo resolverlos, junto al deterioro de la convivencia y fraternidad, lo que ha sido una de nuestras parálisis o crisis. Ahora, me interesa ayudar a construir un espacio, un lugar de encuentro donde la fraternidad y el espíritu de comunidad sean una de sus características", sentenció.
