SANTIAGO.- Ámbar, Sophia. Son nombres que grafican la violencia contra bebés que han desatado la indignación de la ciudadanía estas últimas semanas. Ambas pagaron con su vida el actuar de los presuntos responsables que están bajo investigación de la fiscalía.
Y es que la crudeza de los sucesos y la continuidad con que se han destapado, han hecho alzar la voz de quienes exigen que este tipo de delitos sean perseguidos con mayor rigor, y así velar porque los niños del país dejen de ser víctima de estos vejámenes.
La semana pasada, el Gobierno postuló el fin a la prescripción para delitos sexuales contra menores, proyecto que ahora deberá ser discutido en el Congreso.
Los casos de la indignación
Pero parte de la población no solo exige mayores plazos para la persecución penal. El crimen de la pequeña Sophia, de un año y once meses que murió en enero, presuntamente, a manos de su papá en Puerto Montt, puso sobre la mesa la discusión por el retorno de la derogada pena de muerte en el país, bajo la consigna #LeySophia.
Estas voces cobraron fuerza durante el último tiempo con el deceso de Ámbar, quien habría sido violada y golpeada por la pareja de su tía en Los Andes. Y se escucharon más aún con otros casos, aunque el Gobierno fue claro, no habrá pena capital.
Una se conoció la tarde del domingo y afectó a un niño de siete meses de vida que habría sido golpeado por su padre en El Quisco, dejándolo, en un principio, en riesgo vital; situación que, según informó el hospital Carlos Van Buren de Valparaíso -donde está internado- ya superó.
El último que se conoció ocurrió en Puente Alto, donde una menor de 11 años habría sido abusada por su padre. El mismo agresor, según Carabineros, habría admitido el hecho, luego de haber sido sorprendido en el acto por su pareja.
Así, en medio de la discusión por la imprescriptibilidad de este tipo de delitos, sumado a la inquietud de la población para que los abusos en contra de niños sean más severamente castigados, cabe la pregunta: ¿Qué penas se arriesgan por esta clase de ilícitos?, teniendo en cuenta que solo una pequeña fracción de estos hechos llegan a ser de público conocimiento.
Delitos y penas
Violación con homicidio: Es uno de los crímenes más duramente castigados dentro de la legislación y por el cual será juzgado Miguel Andrés Espinoza (30), el principal sospechoso por la violación y asesinato de Ámbar. Arriesga la pena de presidio perpetuo calificado. Este tipo de condenas no permiten tener beneficios carcelarios, como la libertad condicional, antes de cumplir 40 años de cárcel.
Parricidio: "El que, conociendo las relaciones que los ligan, mate a su padre, madre o hijo, a cualquier otro de sus ascendientes o descendientes o a quien es o ha sido su cónyuge o su conviviente, será castigado, como parricida", señala el Código Penal chileno.
Delito imputado a Francisco Ríos (26), acusado de matar a su hija, Sophia, y quien por esto arriesga la pena máxima de presidio perpetuo calificado. Mientras que Cristián Turra (40), sospechoso de dejar grave a su hijo de siete meses, arriesga presidio mayor en su grado máximo: 20 años de cárcel por el delito de parricidio frustrado.
Abuso sexual impropio: El delito por el cual el Ministerio Público formalizó la semana pasada a una mujer en Chiloé, acusada de abusar de su hija de un año y siete meses. La transgresión, según el Código Penal, consiste en realizar "una acción sexual distinta del acceso carnal a una persona menor de 14 años". Con esto, la imputada arriesga presidio mayor en su grado mínimo, en consecuencia, un máximo de 10 años de cárcel.
Por lo mismo está acusado un youtuber de 45 años en Valparaíso, quien fue detenido en enero por la PDI, ya que, aprovechándose de su popularidad en redes sociales, contactaba a menores para solicitarles videos y fotografías de carácter sexual.
Abuso sexual agravado: Hasta 20 años de cárcel arriesga quien cometa este delito en contra de un menor de 14 años, ya que se condena con presidio mayor en su grado máximo. Mientras que si la víctima es mayor de 14, pero menor de 18 años, se castiga con presidio mayor en su grado mínimo: Máximo 10 años.
Se diferencia del anterior ya que, según el Código Penal, este delito implica que la acción sexual consista "en la introducción de objetos de cualquier índole, por vía vaginal, anal o bucal, o se utilizaren animales".
Sustracción de menores con violación: En febrero, una menor fue raptada por dos personas en Rancagua y fue violada por un tercer sujeto que les habría pagado a los plagiadores. Los tres fueron formalizados por el delito de sustracción de menor con violación, pena que podría llegar a presidio perpetuo.
40años de cárcel deben transcurrir antes de postular a algún beneficio
Violación impropia: Delito que tipifica una violación cuando ésta es perpetrada en contra de un menor de 14 años. Mismo hecho que se le imputó a un hombre el pasado viernes, acusado de violar a un menor de cuatro años en la comuna de San Miguel. Acción castigada con presidio mayor en cualquiera de sus grados, lo que se traduce en un máximo de 20 años de prisión.
Producción pornográfica infantil: "El que participare en la producción de material pornográfico, cualquiera sea su soporte, en cuya elaboración hubieren sido utilizados menores de 18 años, será sancionado con presidio menor en su grado máximo". Es decir, se arriesga un máximo de 5 años de cárcel, según la legislación chilena vigente.
Violación propia: A diferencia de la impropia, ésta se da cuando el delito es contra un mayor de 14 años, imponiendo un castigo de presidio mayor un su grado medio, lo que podría llegar a 15 años de encierro.
Secuestro con violación: Junto con violación con homicidio, robo con violación y sustracción de menores con violación, está categorizado por la justicia nacional como uno de los cuatro delitos complejos asociados a la violación, por lo que considera una pena que podría llegar al presidio perpetuo calificado.
Robo con violación: Al igual que el anterior, es un delito altamente castigado en Chile. Con el resto de su vida en cárcel podría pagar quien decide perpetrar un hecho de tales características.
Estupro: Este se da bajo el contexto en el cual una persona mayor de edad mantiene relaciones sexuales con un menor que consiente la relación. Dependiendo de las circunstancias, el hecho podría ser castigado con presidio menor en su grado mínimo: hasta 10 años de prisión.
Producción o facilitación de la explotación sexual de menores: Quien participe en la producción de material pornográfico, cualquiera sea su soporte, y en cuya elaboración hubiera participado un menor de 18 años, se le sancionará con la pena de presidio menor en su grado máximo, lo que podría alcanzar los 5 años de cárcel.
Obtención de servicios sexuales de menores de edad: Así como quienes promueven la explotación sexual infantil son castigados, de igual forma serán penados quienes utilicen esto para satisfacción personal. Presidio menor en su grado máximo es la pena que pesa por este delito, es decir, un máximo de 5 años de prisión.
Infanticidio: Presidio mayor en su grado máximo: 20 años de cárcel arriesga cualquier padre o madre que dentro de las 48 horas después del parto, decidan matar a su hijo recién nacido.
Maltrato infantil: Desde el año pasado que la ley establece un delito específico para este tipo de hechos. Así, el Código Penal sanciona al que de manera relevante, maltrate a un niño o adolescente menor de 18 años, decretándose la pena de prisión en cualquiera de sus grados, lo que puede ir de 1 a 60 días de cárcel.
