SANTIAGO.- Una compleja situación está viviendo el ministro de Salud, Emilio Santelices, luego de que la Contraloría General de la República declarara ilegal la serie de cambios que le realizó al protocolo de objeción de conciencia de la ley de aborto en tres causales, los cuales permitían a las clínicas privadas acogerse a esa opción sin perder recursos estatales.
El dictamen del ente fiscalizador lo dejó en una delicada posición, ya que solo hace unos días el secretario de Estado defendió con todo el nuevo reglamento en la interpelación que le realizó la Cámara de Diputados. Ahí se jugó buena parte del escaso capital político con el que partió, debido al débil apoyo que le ha prestado Chile Vamos.
En medio de ese escenario, Santelices ya aseguró este jueves que no dejará su puesto, desestimando las voces de la oposición que tras conocer las conclusiones de la Contraloría pidieron su cabeza. "Los ministros obedecemos un mandato y a la confianza del Presidente y no se ciñen a lo que puedan pensar minorías", respondió.
En ese contexto, distintos expertos y analistas políticos aseguraron a Emol que el futuro del titular de Salud dentro del Gobierno pende de un hilo y aunque creen que la autoridad debe dejar el cargo, sostienen que el Presidente Sebastián Piñera debiera aguantar la tormenta y mantenerlo para evitar una crisis política mayor.
Al respecto, el experto en comunicación política y académico de la Universidad Alberto Hurtado, Fernando García Nadaff, dijo que "estamos en la etapa donde no debería parecer tan raro que, producto de los primeros cuestionamientos, empezara una presión por generar escenarios de cambio de gabinete. Sin duda que el ministro quedó con un pie muy debilitado".
"Ahora surge un nuevo problema para el Gobierno y el Presidente Piñera. De cierta manera es un golpe que sin duda no es bienvenido a estas alturas. Hasta ahora se venían dando buenas señales de la conducción y estas son caídas que probablemente van a tener su costo político y la gente lo va a percibir de esa manera", añadió.
En tanto, el doctor en ciencias políticas de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, destacó que "Santelices intentó comerse la presa antes de tomarse la sopa. Corrió con colores propios al establecer el protocolo y su postura perdió. De paso, metió al gobierno en un tremendo problema, pues un fallo de la Contraloría es inapelable".
"En tal sentido, deja al Gobierno como una entidad desprolija y sin apego a la ley y le entrega un balón de oxígeno a la oposición que estuvo totalmente desestructurada por dos meses. Por tanto, Santelices logró lo que hasta hace poco parecía imposible: unir a la oposición", aseguró.
Morales recalcó que el titular de Salud "también puso en jaque el diseño político del Presidente que consiste en la búsqueda de consensos. Santelices ya está con tarjeta amarilla. Una más y se va. Lo único que le queda es asumir la derrota y dar vuelta la página lo antes posible".
Mientras, el decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, comentó que "estamos observando cómo un ministro con poca experiencia política comienza a mostrar dificultades para gestionar un ministerio clave. Había un diseño que Santelices lo ensució, junto con crear un clima adverso para La Moneda".
"Yo creo que no tiene mucho margen, porque quedó cuestionada su legitimidad en el cargo. Ya se restó, por ejemplo, el diputado (Miguel) Crispi (RD) de participar en la mesa de trabajo de Salud, porque dijo que con este ministro no se puede llegar a entendimientos", aseveró.
Las alternativas de Santelices
A juicio de los expertos, la falta de nexos con el mundo político le jugará en contra al ministro de Salud. Así lo señaló García Nadaff, quien recordó que "los ministros Larraín tienen una relación más cercana al poder del Estado y los partidos y ocupan carteras que son mucho más determinantes. No es el caso de Santelices".
Moreno coincidió con ese punto y destacó que "es un ministro que no viene de los partidos, que forma parte del elenco del piñerismo. Es lo mismo que Valente, que Varela, responden a esa lógica y como no tienen apoyo de partidos políticos, ellos no los van a defender, por eso se ha pensado que estos son ministros fusibles".
"El Presidente podría prescindir de él sin ningún costo político en términos de su relación con la coalición. Es más, muchos estarían contentos con que lo sacaran", indicó.
No obstante, sobre las alternativas que le quedan a Santelices en medio de este escenario, García Nadaff sostuvo que el ministro"aún está en condiciones de mantenerse. Para Piñera va a ser difícil tener un cambio de gabinete tan temprano y tampoco existen condiciones para quejustifique un ajuste".
"Cuando uno hace un cambio de gabinete, en el fondo está diciendo me equivoqué y sabemos que el Presidente no es muy dado a ese tipo de reconocimientos. Entonces, creo que no va a ir por ese camino, a menos de que hubiera una evaluación de que otros ministros estuvieran en una situación parecida y postergarlo un par de meses más", recalcó.
En tanto, Moreno advierte que la instalación de la mesa de trabajo de Salud se va a ver perjudicada por la presencia del ministro. "Su margen es muy escaso, queda bien debilitado desde el punto de vista de la legitimidad política para seguir conduciendo el ministerio. Es muy probable que tenga que ver el mundial desde su casa, como se dice".
"Depende exclusivamente de lo que el Presidente Piñera quiera hacer. Piñera se ha caracterizado por evitar que los conflictos se dilaten mucho y prefiere cortarlos de raíz, como pasó con la designación de su hermano como embajador. Entonces, aquí podría ocurrir lo mismo", recalcó.
El camino de Piñera
Consultados sobre qué camino debiera adoptar el jefe de Estado, Morales advirtió que "no es el momento para hacer cambio de gabinete. Eso echaría por tierra la pretensión de Piñera por consolidar su equipo de trabajo y el gobierno mismo.
No le queda de otra que aguantar".
A juicio de García Nadaff, esta situación "sin duda que esto no es una buena señal para Piñera, no debe estar contento, pero asumir el costo político de un cambio de gabinete a estas alturas es muy temprano. Seria reconocer una mala decisión y no es el tipo de construcción de imagen pública que quiere dejar el Presidente".
Una visión distinta manifestó Moreno, quien recomendó que "tendría que sacarlo rápidamente, porque es un ministro que no será un interlocutor con validez para la oposición. Entonces, es muy difícil para un ministro sin capital político llevar adelante un mandato como el que tiene a cargo, que es implementar el acuerdo nacional".