"Hay una deuda histórica con La Pintana, porque es una comuna que está aislada", dijo de Grange.
El Mercurio
SANTIAGO.- En el plan de este Gobierno están contempladas tres nuevas líneas de metro: La L8 por Santa Rosa, L9 desde Pajaritos a Baquedano y la L10 desde Peñalolen hasta Macul. Todo esto sumado a la L7 que pasaría desde Renca hasta Vitacura.
"Ninguna de las tres nuevas líneas va a finalizarse en este Gobierno, porque estos proyectos duran seis a siete años. El desafío es avanzar simultáneamente en la construcción de ellas (...) el desafío ahora es iniciar la construcción de las líneas 7, 8 y 9. La L7 fue anunciada por el anterior gobierno (de Bachelet), después de la L8 y L9, cuyo orden hay que definir, que son muy importantes y también incorporar dentro del desafío algunas extensiones importantes", señala a El Mercurio el Presidente del Directorio del Metro de Santiago, Louis de Grange.
En esa misma línea, al ser consultado sobre cuáles serían esas extensiones, el ingeniero civil de Industrias dice que es importante "una extensión a Bajos de Mena (Puente Alto) desde la L4, que hoy llega a la Plaza de Puente Alto, y que la L8 (que va por Santa Rosa) conecte con La Pintana. Lo estamos estudiando, no hay nada aún definido".
Asimismo, el nuevo timonel del ferrocarril capitalino explica estas posibles extensiones. "Hay una deuda histórica con La Pintana, porque es una comuna que está aislada, que tiene conflictos y complejidades. Que el vecino de La Pintana se levante 40 minutos antes que el vecino de Vitacura significa que usa una hora y media más al día solo en desplazarse. A la semana son 7,5 horas; al mes, 30 horas, y al año, por lo menos 300 horas. Es decir, hay personas que solo por la inequidad territorial trabajan un mes y medio más que otras personas".
En tanto, De Grange expone que es muy difícil extender el horario del Metro, en especial en la L1, que lleva ya 40 años.