SANTIAGO.- Este sábado, después de que los padres de los jóvenes chilenos que se encuentran detenidos en Malasia hace ocho meses solicitaran ayuda para conseguir que pudieran recibir vacunas contra la malaria, fiebre amarilla y hepatitis, Cancillería acogió la petición.
Se trata de Felipe Osiadacz y Fernando Candia, quienes fueron detenidos tras un confuso incidente que terminó con la muerte de un nacional en el hotel donde se hospedaban, y a quienes sus familiares consideran en "alto riesgo" de contraer dichas enfermedades.
La tramitación de la petición estuvo a cargo del senador Francisco Chahuán, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, quien pidió ayuda al director consular Alejandro Bravo. Finalmente, Bravo envió un oficio al país asiático solicitando que los jóvenes puedan ser inoculados.
Hasta ahora, los chilenos no han sido incluidos en la campaña de vacunación que se lleva a cabo al interior de la cárcel y que ha priorizado a los reos nacionales. La urgencia del requerimiento responde, según sus familiares, a que los jóvenes han perdido peso debido a su reclusión, que también ha deteriorado sus estados de salud.
Candia y Osiadacz arriesgan la condena de la horca, por lo que las gestiones de la familia y Cancillería han apuntado a que puedan obtener una condena menor y cumplirla en Chile, bajo normas internacionales.
El mismo sábado, los padres recibieron el apoyo del ex Presidente Eduardo Frei, embajador en misión especial para Asia-Pacífico.