El arzobispo de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz, confirmó la investigación eclesiástica en contra del ex párroco de El Bosque Fernando Karadima. Cuatro días después, Informe Especial emite entrevistas a los denunciantes del caso: James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo.
El arzobispado de Santiago da a conocer la sentencia en contra de Fernando Karadima: retirarse a una vida de oración y de penitencia y la prohibición del ejercicio público del sacerdocio, incluyendo la confesión y la dirección espiritual. La Congregación para la Doctrina de la Fe encontró a Karadima culpable de abuso de menores y abuso del ministerio sacerdotal.
La Conferencia Episcopal crea el consejo nacional para la prevención de abuso de menores de edad y acompañamiento a las víctimas. Es presidido por el obispo de Rancagua, Alejandro Goic.
La ministra de la Corte de Apelaciones Jéssica González acredita que Karadima cometió abusos deshonestos reiterados en contra de los tres denunciantes y de Fernando Battle, entre 1980 y 1995. La causa fue sobreseída por prescripción penal. La investigación se había iniciado ocho meses antes.
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, firma el decreto que pone fin a la Pía Unión Sacerdotal, organización dirigida por Karadima.
Se confirma una investigación canónica, de la que aún no hay resultados, en contra del obispo de Iquique, Marco Antonio Órdenes. En enero de este año, la Corte de Apelaciones de Iquique lo sobreseyó.
Asume el Pontificado el cardenal Jorge Mario Bergoglio, con el nombre de Francisco.
Los obispos de Talca, Horacio Valenzuela, y de Linares, Tomislav Koljatic, piden disculpas tras revelarse sus cartas a la Congregación para la Doctrina de la Fe, en que desacreditan las acusaciones en contra de Karadima. Ambos fueron formados por ese sacerdote.
El sacerdote de los Legionarios de Cristo, John O’Reilly, es condenado a cuatro años y un día por el delito de abuso sexual reiterado contra una menor. Le otorgaron el beneficio de libertad vigilada y debe abandonar el país este año.
La Nunciatura Apostólica anuncia al entonces obispo castrense Juan Barros Madrid como nuevo obispo de Osorno. Él también fue formado por Karadima en la época en que se cometieron los abusos a Cruz, Hamilton y Murillo. Tres meses más tarde, la nunciatura y la Conferencia Episcopal entregan su apoyo a Barros.
En una caótica misa, Juan Barros toma posesión del obispado de Osorno. Asistieron 13 de 33 obispos, y entre los ausentes estuvo el monseñor Ricardo Ezzati.
El Papa expresa una férrea defensa hacia el prelado. "La Iglesia (de Osorno) perdió la libertad, dejándose llenar la cabeza por políticos, juzgando a un obispo sin ninguna prueba, después de 20 años de ser obispo. Así que piensen con la cabeza. No se dejen llevar, de las narices, de todos los zurdos (...) Osorno sufre sí, por tonta. Porque no abre su corazón a lo que Dios dice, se deja llevar por las ‘macanas’ que dice toda esa gente". El vídeo salió a la luz pública cinco meses más tarde.
El Papa Francisco llega a Santiago e inicia su gira por Chile. Al día siguiente, en su discurso a las autoridades de gobierno en La Moneda, el Pontífice señaló: "No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia".
El arzobispo de Boston, Sean O’Malley, critica al Pontífice por sus dichos en contra de las víctimas. Señaló que fueron “fuente de gran dolor para los sobrevivientes de abuso sexual”. Francisco, en su vuelo de regreso a Roma desde Perú, el 22 de abril, rectifica: "La palabra ‘prueba’ es la que me ha traicionado y generó confusión. Yo hablaría de evidencias. Y claro, entonces yo sé que hay mucha gente abusada y que no puede traer una prueba, no la tiene. Y que no puede, o a veces la tiene pero tiene vergüenza, que lo tapa y sufre en silencio. El drama de los abusados es tremendo".
El arzobispo de Malta, Charles J. Scicluna, y el oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Jordi Bertomeu, inician las 64 entrevistas para recopilar antecedentes sobre la situación del obispo de Osorno, Juan Barros. También recibieron a denunciantes de otros casos de abusos. El informe tiene 2.300 folios.
El secretario general del Episcopado, Fernando Ramos, lee una carta enviada por el Papa Francisco el ocho de abril, en que reconoce haber "incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación (abusos), especialmente por falta de información veraz y equilibrada". Por esto, pido "perdón a todos aquellos a los que ofendí y espero poder hacerlo también personalmente". Ese mismo día fueron invitados a Roma los denunciantes de Karadima.
El Papa recibe individualmente a José Andrés Murillo, Juan Carlos Cruz y James Hamilton. "El Papa sabe mucho más de lo que (los obispos) querían que se supiera", dice Cruz en conferencia de prensa tras las entrevistas papales.
Una decena de obispos, encabezados por el cardenal Ezzati, inician su periplo al Vaticano. Aunque deberían haber viajado 33 prelados, Andrés Arteaga, auxiliar de Santiago, se excusó por problemas de salud y Valdivia es sede vacante. El arzobispo emérito de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz, finalmente viajó a Roma, pese a que había asegurado que no lo haría.
Esta semana parten las reuniones con el Pontífice. Un mes antes, los obispos habían señalado que "junto al Papa, sentimos dolor y vergüenza porque, a pesar de las acciones realizadas estos años, no hemos logrado que las heridas de los abusos sanaran". Según cifras de la Conferencia Episcopal, a la fecha hay 33 sentencias ejecutoriadas, en contra de 32 sacerdotes y un diácono.