SANTIAGO.- Por cerca de dos horas y media se extendió la marcha que se desarrolló ayer por la Alameda en Santiago, exigiendo una
"educación no sexista, feminista y contra la violencia machista".
Desde Plaza Italia hasta calle Echaurren se movilizaron miles de jóvenes, en su mayoría mujeres, convocadas por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech).
Cánticos, bailes y pancartas alusivas a la violencia que denuncian y en contra las gestiones del Gobierno al respecto, se pudieron divisar durante el desarrollo de la manifestación.
En ese contexto, hubo ciertos hechos que llamaron particularmente la atención durante el trayecto, situaciones inéditas en comparación a otras movilizaciones estudiantiles que marcaron un precedente para futuras manifestaciones.
Manifestaciones en la PUC
Uno de los momentos de mayor tensión vividos durante la marcha fue cuando la movilización pasaba por fuera de la Casa Central de la Pontificia Universidad Católica (PUC).
El plantel fue fuertemente cuestionado en la previa de la manifestación por las acusaciones que pesan sobre la Facultad de Derecho por tratos machistas de académicos a estudiantes.
Dichos como "¿usted vino a dar una prueba oral o a que la ordeñen?", fue uno de que denunciados, a través de una carta firmada por 120 alumnas de Derecho de PUC. Es por ello que gran parte de los manifestantes se detuvieron allí para repudiar el hecho.
Así fue que manifestantes, tapando sus caras con una máscara roja y a torso desnudo, irrumpieron en el recinto universitario, mientras que otras decidieron manifestarse en frontis. Ambos colocando sostenes en las estatuas del lugar y pegaron pancartas en paredes y ventanas con mensajes que afirmaban que la institución forma "violadores".
Torsos desnudos
Lo anterior, que fue un acto premeditado, provocó furor entre las demás manifestantes. La tendencia creció, y en pocos minutos ya eran decenas las jóvenes que abandonaron la idea de cubrir sus torsos
Y es que, para ellas, si un hombre puede hacerlo sin recibir cuestionamientos, las mujeres también. El gesto fue aplaudido por los participes de la movilización.
Lo anterior, además de ser una señal de protesta, también generó distendidos momentos, cuando, de forma intermitente, las atrevidas muchachas se juntaban para realizar corridas y saltos gatillando las risas en algunos manifestantes.
Alto contingente de carabineras
Carabineros, que estaba allí para dispersar eventuales disturbios por la manifestación, también quiso estar en sintonía con el objetivo de la movilización.
Para ello, gran parte del equipo de Fuerzas Especiales que dispuso en el lugar se trataba de mujeres, quienes, antes de iniciar la marcha, formaron filas frente a las manifestantes que se concentraban en Plaza Italia, recibiendo los aplausos por parte de alguna jóvenes.
Incluso, mientras comenzaban a generarse focos de tensión entre personal uniformado con manifestantes, a raíz de que estos últimos comenzaron a movilizarse por la calzada norte de la Alameda, cuando lo permitido era hacerlo por la sur, algunas jóvenes abrazaban a las carabineras que pretendían poner orden, llamándolas a que se hagan parte de la cruzada.
Sin embargo, cuando los disturbios ya se desataron al final de la marcha, a la altura de calle Echaurre, se escuchaban gritos aludiendo a una supuesta "traición" de las carabineras hacia el género femenino. Esto, ya que las uniformadas no dudaban a la hora de realizar detenciones.
Más hombres detenidos
Pese a que la mayor parte de la marcha se vivió de forma pacífica, con ciertos focos de tensión que no fueron suficientes para obligar a Carabineros a utilizar la fuerza, una vez que el trayecto estaba por culminar, todo cambió.
Un reducido grupo de encapuchados, en su mayoría escolares, comenzaron a lanzar proyectiles a vehículos policiales emplazados en la zona.
Carabineros, en un principio, respondió a la violencia con carros lanzaaguas, pero al ver que no era suficiente para dispersar a los encapuchados, decidió usar gas lacrimógeno y la fuerza para tomar detenidos.
En total, fueron 77 las personas arrestadas durante la marcha. Y pese a que la gran mayoría de los manifestantes eran mujeres, 57 de los detenidos fueron hombres.
