SANTIAGO.- Durante la noche de este viernes, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, participó en su primera actividad pública, tras regresar de los encuentros con el Papa Francisco en Roma y
calificó el actual momento de la Iglesia Católica chilena como un "clima doloroso".
En una misa realizada en la Catedral, el cardenal dio inicio al X Sínodo de Santiago bajo el lema "Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional" y en su homilía expresó que "cuando todo parece cuestionado y juzgado, cuando tantas voces se levantan para gritar y exigir crucifixiones, la palabra del Resucitado a Pedro se hace confiada invitación a cada uno de nosotros, a toda la Iglesia: Sígueme".
En ese sentido, Ezzati aseguró que "necesitamos un cambio, lo sabemos, lo necesitamos y anhelamos. No sólo se lo debemos a nuestras comunidades y a tantas personas que han sufrido y sufren, sino que pertenece a la misión e identidad de la Iglesia, el espíritu de conversión".
Encuentros con el Papa Francisco
Tras la ceremonia religiosa, el Cardenal de Santiago habló con la prensa y aseguró que las reuniones con el Papa Francisco fueron "cuatro días de una inmensa comunión eclesial". Además, agregó que "el Papa Francisco con su cercanía y claridad, nos ha hablado y nos ha invitado a discernir sobre los acontecimientos que la Iglesia de Chile ha vivido a lo largo de los últimos 45 a 50 años".
En esa línea, el religioso expresó que los abusos cometidos al interior de la Iglesia son "un tema que nos aflige y avergüenza y lamentablemente tiene como protagonistas a algunos ministros de la Iglesia (...) Ha tenido también su expresión en el abuso sexual".
Asimismo, el arzobispo afirmó que nunca dudó de las denuncias de las víctimas de abusos sexuales. "Yo asumí la Diócesis de Santiago el 11 de enero de 2011 y al día siguiente el Nuncio Apostólico me entregó el decreto de la Santa Sede con la condena al párroco Fernando Karadima y que procedí su aplicación".
En tanto, al ser consultado sobre si estaba enterado de los encubrimientos de los abusos cometidos al interior de la Iglesia, y sobre la destrucción de pruebas que el Sumo Pontífice detalló en un duro documento, Ezzati aseguró que "es una novedad para mi, así como ha sido una novedad para todos los obispos".
