SANTIAGO.- Apelando al origen de muchos de los locatarios del barrio Meiggs, el alcalde
Felipe Alessandri impulsa una propuesta para convertirlo en un Barrio Chino, especialmente en la calle San Alfonso, en un trayecto de 550 metros que va desde la Alameda hasta Gorbea.
$933 millones costaría la iniciativa
El edil explicó que la idea es "sincerar un poco la realidad, ya que el Barrio Chino ya está, y nosotros, como autoridad,
tenemos que ayudar a conformarlo y a darle un acento típico oriental".
El proyecto busca colocar señaléticas en español y chino, darles un "estilo oriental a los quioscos y techos de los locales" y también cambiar luminarias e instalar dos paifang (arcos) que sirvan como entrada y salida, entre otras medidas.
Alessandri dijo que los recursos para la iniciativa, que costaría cerca de
$933 millones, serán entregados en su totalidad mediante
donaciones de los comerciantes chinos que trabajan en el lugar, y por el g
obierno de Lishui, ciudad de más de 2,5 millones de habitantes ubicada al oriente del país asiático.