Christian Zuñiga, El Mercurio.
SANTIAGO.-
Marcela Labraña, ex directora del Sename, declaró como imputada el 27 de diciembre de 2017, frente al fiscal regional de Los Lagos,
Marcos Emilfork, quien le pidió su versión por la muerte de dos niñas:
Lissette Villa y Daniela Vargas.
El interrogatorio continuó en enero de este año, donde fue consultada por los decesos de James Gaete, Rachel Contreras y Tania Osorio.
Se indaga la posible responsabilidad que pudo tener como máxima autoridad del servicio en diversos hechos que podrían constituir delitos como el de negligencia o de obstrucción a la investigación. Sobre todo, respecto de una arista que abrió la fiscalía al detectar la desaparición de los medicamentos de Lissette Villa luego de su muerte el 11 de abril de 2016, que fueron retirados de la casa de acogida cuando se manejaba la tesis de que la muerte de la menor tenía una justificación "medicamentosa".
En su declaración, Labraña dice que no recuerda si es que mandó a la jefa de salud, Patricia Godoy, a visitar la unidad de enfermería del Cread Galvarino. Tampoco recuerda el "decomiso o requisamiento" de 1 ampolla de Aldol, 1 tripleta de 2 ampollas de clorpromazina, desde la unidad de enfermería del recinto.
Durante la diligencia, la ex directora dice que tampoco recuerda un memorándum dirigido a ella el 19 de abril de 2016, en el que le dan cuenta de la supervisión y fiscalización a la unidad de salud de Galvarino. También dice no recordar "haber asistido a reunión en conjunto con el SML, para tratar el tema del fallecimiento de Lissette, ni recuerdo haber tenido reunión con el SML esos días", como tampoco en el ministerio de Justicia.