SANTIAGO.- Cambio de hábito. Esto es lo que provocará la prohibición al comercio de entregar bolsas plásticas o las denominadas biodegradables a sus clientes, según quienes se dedican al estudio y análisis de la conducta del ser humano.
La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad, el miércoles, el proyecto que quedó listo para ser ley, y corona el trabajo de 78 municipios que cuentan con ordenanzas al respecto
Según el profesor de la Escuela de Psicología UC e investigador del Centro de Estudios del Conflicto y la Cohesión Social (COES), Héctor Carvacho, la futura nueva ley -aún debe pasar por el Tribunal Constitucional- significará un "cambio en el hábito de compras de los chilenos".
"Romper los hábitos de las personas suele ser difícil. Por ende requiere medidas", advierte el académico.
La nueva ley obligará a los consumidores a llevar bolsas reutilizables, usar mochilas o cajas para transportar la mercadería. Ante ello, el experto afirma que "hay una motivación natural de las personas a acomodarse a ese nuevo contexto, particularmente, cuando esas normas tienen sentido para la gente", como lo es el cuidado del medio ambiente.
"En Chile, la mayoría de la gente tiene conductas y actitudes pro ambientales, es más o menos consensual que hay que cuidar el mundo que nos rodea y que depende de todos. Esta es una medida que, aunque pueda ser incómodo acostumbrarse, la mayoría de la gente le encontrará un sentido. Así que es más fácil de cumplir", enfatiza.
Cuando comenzó la ordenanza en la comuna de Las Condes, indican desde Cencosud, "el mínimo de clientes exigía tener más bolsas. La gente entiende súper bien el daño que provoca en el medio ambiente y no quiere la bolsa. Aquí el cliente no lo ve como un problema".
Mismo caso ocurrió en la turística ciudad de Puerto Varas, donde no se entregan bolsas desde febrero de este año. "La gente se acostumbró", asegura la administradora del Supermercado O'Higgins, Margot Ojeda.
En Walmart, la subgerente de RSE y Sustentavidad Stefanie Pope, subraya que tienen un programa de reducción de uso de bolsas plásticas, en donde 115 locales, provenientes de 40 comunas a lo largo del país han permitido la reducción de más de 900 toneladas de plásticos (equivalente a 120 millones de bolsas de polietileno).
Fiscalización ciudadana
El proyecto dice en su Artículo 5, que la fiscalización de la ley corresponderá a las municipalidades. Pero, a juicio del profesor Carvacho, esta labor recaerá en los mismos clientes, debido al "rechazo social" que les provocará que los comerciantes las sigan entregando.
900toneladas de plástico se han reducido por sacar las bolsas en Walmart
"Será súper difícil que esto lo puedan fiscalizar (la autoridad). Va a depender mucho más de que unos nos fiscalicemos a los otros", afirma el académico.
En Cencosud coinciden con esta observación. "Las ciudades costeras son zonas bastantes verdes, tienen asumido hace mucho tiempo el cuidado del medio ambiente y es casi mal visto andar con una bolsa de plástico".
"El año pasado se empezó a entregar la bolsa de papel, pero la cajera pregunta antes: '¿Usted trajo la bolsa?' Si no la llevó y como última instancia te pasa la de papel. Aquí el entrenamiento es de todos, con el guardia y la cajera", apuntan desde la empresa del retail.
El regreso de las cajas
En los 80' era común salir a comprar a los almacenes con cajas de cartón para llevarse la mercadería, práctica que promete regresar y se alza como una opción con la nueva ley.
En mini markets, tiendas pequeñas, almacenes de barrio o supermercados costeros, donde la bolsa reutilizable no siempre está a la mano, resurge la caja de cartón.
"Acá los clientes piden cajas de cartón. El cliente de nuestro supermercado es obrero, campesino, pescador. Así que anda en carreta o en bus kilómetros y kilómetros con sus cajas", explica la administradora del supermercado puertovarino.
"Esta es una medida que, aunque pueda ser incómodo acostumbrarse, la mayoría de la gente le encontrará un sentido. Así que es más fácil de cumplir"
Héctor Carvacho
Según Cencosud, el uso de cajas, principalmente en Las Condes, constituye una alternativa de emergencia, en el caso de que se les olvide la bolsa. "Hay gente que nos solicita cajas y les facilitamos, hay otros que echan todo suelto en el carro y van al auto porque se les queda la bolsa en el auto. Ahí ordenan o se van a su casa así no más".
Este renacimiento es observado con atención por Carvacho. "Las cajas, eventualmente, podrían volver. Tal vez ya no como antes, pero puede que los supermercados inventen otros formatos de distribución".
Otras alternativas a la bolsa
El e-commerce (o comercio online), los cornershop (gente que te hace las compras en pocos minutos y te las lleva a la casa) y el uso de mochilas o carteras grandes podrían ser algunas de las soluciones que use la gente para adaptarse al nuevo escenario, según Carvacho.
"Es improbable que la prohibición cambie radicalmente la forma en que compramos. Yo creo que vamos a ver soluciones creativas, puede ser que gente empiece a prestar servicios de llevarte las cosas a la casas", estima.
"Otra cosa que hace mucho la gente, sobre todo en Europa, es el uso de bolsos más grandes. Eso también puede pasar acá, que la gente empiece a llevar sus propios bolsos, no simplemente la bolsa de género", afirma.
Con estos "cambios de hábito" que se avizoran puede llegar a producirse un gran impacto en el cuidado del medioambiente, pues ayudará a reducir de forma significativa la basura plástica que se produce y que demora años en degradarse.