SANTIAGO.- Cerca de diez años de operaciones en Chile tiene OAS, la empresa constructora brasileña que estuvo involucrada en el caso de corrupción más grande de la historia del gigante sudamericano en el marco de la investigación denominada Lava Jato, la cual según las investigaciones de la Fiscalía también tuvo nexos en nuestro país.
Este domingo, un reportaje de La Tercera reveló el vínculo que existía entre la empresa y el financiamiento irregular de la campaña presidencial de Eduardo Frei en 2009, a la cual habría aportado luego de que el operador político y encargado de los aportes de la postulación del ex Presidente, Giorgio Martelli, organizara citas para la firma con el MOP.
Pese a que ha participado en numerosas licitaciones, en el marco del plan de concesiones desarrollado en Chile desde el gobierno de Ricardo Lagos, el proyecto estrella de OAS en Chile es la construcción del Puente Chacao, el cual se adjudicó en 2013 durante el primer periodo del Presidente Sebastián Piñera en La Moneda.
La constructora ingresó al mercado chileno luego de que en 2008 el gobierno de Michelle Bachelet le diera un reimpulso a las concesiones, las cuales habían registrado un letargo entre 2006 y 2007. Ese año, se licitaron proyectos por 4 mil millones de dólares, la mitad de lo realizado en los 50 proyectos realizados en los 15 años previos del sistema.
Un actor relevante en esa recuperación fue el ex ministro de OO.PP., Sergio Bitar, quien reactivo una serie de iniciativas que habían sido desestimadas por su antecesor, Eduardo Bitrán, autoridad que enfocó su gestión en la fiscalización de la cartera, luego de las complicaciones generadas por el caso MOP-Gate.
Según la investigación publicada este fin de semana, fue justamente Bitar el hombre con el cual el gerente de la empresa en Chile, Felippe Padovani, solicitó reuniones a través de Martelli, quien gestionó los encuentros que luego se tradujeron en un respaldo de OAS a las candidaturas de la ex Concertación.
Puente Chacao, AVO y hospitales
La primera aparición de OAS en Chile se dio en 2007, cuando fue una de las 15 empresas que compraron las bases de la licitación para construir una carretera en el único tramo de la Américo Vespucio que no posee autopista, entre Av. Grecia y Av. El Salto. Su costo en esa época se estimaba en US$900 millones y se pretendía tenerla lista en 2013.
Al año siguiente, formó parte del grupo de diez empresas y consorcios precalificados por el MOP para la licitación del proyecto, pero finalmente quedó fuera, ya que el consorcio Autopista Vespucio Oriente, compuesto por Sacyr y OHL se quedó con el proyecto que implica la construcción de 9,1 kilómetros y cuyas obras se iniciaron recién hace dos meses.
Al año siguiente, la brasileña presentó sus antecedentes para la concesión de los hospitales de Maipú y La Florida, pero su participación no prospero. Sin embargo, ese no seria su último intento, ya que luego participaría en el proceso de licitación del esperado Puente Chacao, en la Región de Los Lagos.
El proyecto se inició en enero de 1999, cuando Jaime Tohá, ministro de OO.PP del gobierno de Eduardo Frei, llamó a licitación para los estudios ingenieriles del puente. Se esperaba que estuviera operativo en 2006, pero en julio de ese año, Eduardo Bitrán, ministro de Obras Públicas de Bachelet, suspendió la construcción por sus altos costos.
El proyecto fue reactivado durante el periodo del Presidente Piñera. Su proceso de licitación concluyó en noviembre de 2013, cuando el consorcio formado por OAS, Hyundai, Systra y Aas Jakobsen se adjudicó la obra tras ser el único que presentó una oferta al MOP, pese a que había ocho consorcios precalificados para participar.
Ante ese hecho, el entonces ex ministro (s) de Obras Públicas, Lucas Palacios, aseguró que "lo importante no es el número de ofertas, sino la calidad del oferente". Días después, en diciembre de 2013, OAS se adjudicó el proyecto por 360.134 millones de pesos y se ofreció a levantar el puente cinco meses antes de lo exigido en las bases, es decir, 79 meses.
El impacto de Lava Jato
El 22 de abril de 2014, el segundo gobierno de Bachelet entregó los terrenos para el inicio de las obras. De hecho, por esa época el gerente general de OAS, Jaume Serret, destacaba el avance del proceso en el Chacao, asegurando que “se han minimizado los riesgos respecto del proyecto de 2006".
Sin embargo, un año después, aparecieron los cuestionamientos a la empresa en el marco del caso Lava Jato en Brasil. Pero ante las dudas, la empresa emitió un comunicado en el que aseguró que el plan de restructuración que tuvo que realizar por el caso de corrupción "no incluye las sociedades de la compañía que actualmente operan en Chile".
"Las operaciones de OAS en el país, continúan normalmente, en el marco de los consorcios en que participa. La compañía, asimismo, mantiene su compromiso de continuar realizando su labor en significativas obras para Chile", aseguró la firma en el texto.
Asimismo, el ex ministro de OO.PP, Alberto Undurraga, desestimó que el caso perjudicara la construcción del puente y aseguró que sostuvo reuniones con los ejecutivos de Hyundai, quienes "se han comprometido a solucionar los problemas del consorcio, si es que esto, finalmente, se presentara".