SANTIAGO.- "Primero fue la misa del sábado a las 4 y a las 4:35 empezaron los encuentros personales. Algunos ingresaron de a dos, otros de a tres, otros solos. Yo fui el penúltimo de nueve, yo entré solo (...) se dio una conversación muy tranquila y el Papa en una actitud muy de escucha, no me interrumpió nunca”, detalló esta mañana en Radio Universo el sacerdote Francisco Javier Astaburuaga, miembro del Tribunal Eclesiástico, sobre su encuentro con el Papa Francisco del fin de semana en Roma.
El cura fue en calidad de testigo de los abusos del ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima, después de haber acompañado a Juan Carlos Cruz y James Hamilton desde el inicio del caso. "El Papa quería escuchar esa historia de qué había significado ese acompañamiento. Eso permite cotejar información y explicarle qué significa ese proceso, que uno comparte el dolor. (...) Hay una acogida de una petición hecha con mucha verdad, después de 20 años. Tener este encuentro es algo que yo había anhelado desde que salió electo".
Astaburuaga señaló que en su encuentro con el Papa dio cuenta de todo lo que le tocó ver y de los casos que hoy se llevan en la Iglesia. "Es la punta del iceberg el caso Karadima. No es la única situación de problemáticas graves de este tipo en la Iglesia chilena. Pero aquí hay una Iglesia que en las últimas décadas se ha mirado a sí misma (...) una Iglesia metida en sí misma, ensimismada lo que al Papa lo tiene profundamente preocupado”.
-¿Hay más Karadimas?
-Sí, por supuesto que sí. Hay que ir viendo las sanciones, los que han sido castigados con penas canónicas, los que han estado presos y van a seguir apareciendo más.
-¿Dónde están? ¿Quiénes son?
-Están los procesos y hay procesos en investigación y se tendrá que dar la información (...) No estamos muy lejanos al mismo tipo de conductas de abuso de poder, de conciencia y sexuales.
Sobre el punto, Astaburuaga agregó que "sí he conversado con él (Papa) estos temas". "El tema más de fondo del Santo Padre es la estructura de sociedad en la cual estamos insertos, de estar mirándose a sí misma. Falta esta dimensión de la solidaridad (...) esto permea las estructuras eclesiales. Entonces se crean estas sicologías de elite".
Consultado de si hay otras víctimas como Juan Carlos Cruz, respondió que "sí y guardo la reserva, lo he conversado sólo con el Santo Padre".
Las responsabilidades de Errázuriz
Sobre Karadima, señaló que "él tenía un control a ciertos niveles eclesiales, se ha hecho público, se han escrito libros. Yo enfrenté esa realidad sabiendo a quién tenía al frente. Cuando yo estaba acompañando a Jimmy y a Juan Carlos yo sabía que al frente tenía un hombre que era tremendamente peligroso, en la manipulación, en el control, en la influencia, de manera que tenía que actuar con mucha cautela, con determinación pero mucha cautela (...) Por eso guardé reserva y secreto profesional".
Ante la situación del cardenal Francisco Javier Errázuriz, señaló: "Ahí hubo una tardanza en los procesos investigativos y eso implica una responsabilidad y tiene que hacerse cargo de ella. Hacerse cargo es decir se llevaron adelante las investigaciones, pero no con la celeridad que se necesitaba. Y ahí surge una responsabilidad. Tendrá que hacerse cargo él de su propia responsabilidad de no haber investigado con mucho más premura y haber dejado que esto se prolongara en el tiempo con los daños que hay".
Consultado si opina igual que Hamilton que ha calificado a Errázuriz de encubridor y criminal, respondió que habría que ver "qué tipo penal se ha verificado (en derecho canónico)... la tardanza lleva implícita una suerte de negligencia. (...) podría ser una agravante de responsabilidad por no haber asumido lo que le mandaba el cargo".
"A mí no me provoca absolutamente nada Fernando Karadima, no tuve ningún vínculo con él. Mi preocupación eran las víctimas. Para mí no tiene ningún significado, es nadie"
Padre Francisco Javier Astaburuaga
Relató que "en 2002 después de los juicios de Boston lo llamé (a Juan Carlos Cruz) y le dije yo te creo, vamos a conversar, yo te voy a acompañar". Relató que había hablado con Cruz por primera vez en 1987.
Sobre si hubo lentitud o encubrimiento en el caso, respondió que "están las dos cosas y así lo ha manifestado el Santo Padre en su carta. Es claro que ha habido encubrimiento y no solamente tardanza en los procesos".
"Si hay rompimiento de información, de documentos, de violación de archivos, ahí se configuran delitos que deben ser investigados al interior de la Iglesia por los tribunales eclesiásticos. El Santo Padre ha manifestado una gran molestia por estos hechos, y así lo dice en la carta", señaló.
Consultado por la figura del ex párroco, respondió que "a mí no me provoca absolutamente nada Fernando Karadima, no tuve ningún vínculo con él. Mi preocupación eran las víctimas. Para mí no tiene ningún significado, es nadie".