SANTIAGO. - Fuerte conmoción causó la muerte del cabo 1° de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP), Óscar Galindo Saravia (29), quien recibió tres tiros mientras intentaba interrumpir una rencilla en La Pintana.
A un comienzo, se dijo que el uniformado estaba realizando un control vehicular, cuando fue atacado por un hombre con una subametralladora UZI. Sin embargo, la versión fue cambiando con el paso de las horas.
Por el confuso delito,
hay tres detenidos que ya fueron formalizados por homicidio frustrado y consumado, pero la Fiscalía Sur no descarta la participación de un cuarto o hasta quinto involucrado.
Aquí, el relato de cómo ocurrieron los hechos, según los testimonios recopilados por el Ministerio Público.
A eso de las 9 de la mañana de este miércoles, los tres detenidos fueron en un auto blanco hasta el domicilio de Brayan Alvial Pozo (23), ubicado cerca de la intersección de la calle Del Salvador con Los Burdeos. Al no encontrarlo, dispararon en repetidas ocasiones contra su vehículo que estaba estacionado.
Horas después, a eso del mediodía, volvieron a buscarlo. Según declaró Alvial ante la Fiscalía, todos llegaron armados, pero que solo conocía al menor de iniciales D. E. R. Y, con quien tenía rencillas previas.
En el lugar, D. E. R. Y. se le acercó, agarró del cuello para quitarle una cadena, amenazó de muerte e insultó. A los segundos empezaron los disparos, impactándole dos de ellos: uno en el hombro y otro en la pierna.
Al mismo tiempo, los carabineros, vestidos de civil, pero con chaleco antibalas, vieron a los detenidos pasar y cómo empezó el tiroteo. Galindo intentó detenerlo, y disparó en tres ocasiones hiriendo en dos partes a D. A. R. Y, quien finalmente apuntó e hirió al cabo en la cabeza y muñeca.
Tras el incidente, los detenidos se dieron a la fuga en direcciones opuestas, y los heridos fueron llevados hasta el Hospital Padre Hurtado.
De acuerdo al fiscal Marcelo Apablaza, en el lugar se halló nueve vainillas percutidas por un arma tipo Glock 9 milímetros, que sería la que hirió a Galindo, y otras tres de la pistola del policía.
En el centro médico, Alvial reconoció a D. A.R.Y. y, a las horas, a los otros involucrados mediante imágenes.
En tanto, el menor se entregó antes de las 22:00 de ayer, confesando el delito y sindicando, mediante su nombre de pila, a sus acompañantes, quienes fueron detenidos durante la madrugada.
Los tres fueron formalizados ante 15° Juzgado de Garantía de Santiago, quedando en prisión preventiva e internación en un centro del Sename, en el caso del menor de edad.
En ese sentido, el persecutor detalló que "la pena máxima de un menor de edad son 10 años. Eso lo dice la ley en este tipo de delitos. Y en el caso de los adultos, no existe limitación, la pena máxima a la que se exponen es presidio perpetuo calificado, que son 40 años sin posibilidad de remisión condicional".
Asimismo, respecto a la presunta participación de un cuarto individuo, el fiscal Apablaza comentó que "corresponde determinar la existencia de un cuarto sujeto. La diligencia es afirmar si existe o no existe esa persona y a partir de ello, determinar la participación. Pero todavía se está por confirmar la existencia de un cuarto individuo".
