SANTIAGO.- Los enviados especiales del Papa Francisco a Chile, el arzobispo de Malta,
Charles Scicluna y el sacerdote español,
Jordi Bertomeu, iniciaron su segunda jornada en el marco de la "misión pastoral en Osorno".
Durante esta mañana, ambos presbíteros se reunieron con sacerdotes y diáconos de Osorno. Instancia que comenzó cerca de la 9.30 horas en la Casa de Retiro Benatia, ubicada en la calle Fray Juan Ibargüen.
Tras el encuentro, Scicluna dirigió algunas palabras a la prensa, donde sostuvo que se está escribiendo "una nueva página en la historia de la diócesis de Osorno, para trabajar juntos por el bien de toda la cúpula de Osorno".
"Ha sido una experiencia muy emocionante, muy muy positiva. Agradezco a todos los presbíteros y diáconos permanentes por la confianza, por el coraje y la franqueza, el modo directo de hablar por el bien de la Iglesia", añadió.
Seguido de ello, el arzobispo enfatizó en que "investigar es un deber de justicia. Necesitamos hacer justicia con las víctimas por el bien de la Iglesia".
Para esta tarde, alrededor de las 19.00 horas, está programado que Scicluna y Bertomeu se reúnan con la comunidad de la iglesia Santa Rosa de Osorno.
Ante ello, el párroco de dicho templo, Américo Vidal, celebró el próximo encuentro y señaló que el proceso para restaurar las confianzas al interior de la comunidad católica en la sureña ciudad "es largo".
"Este proceso no es decir que con una misa vamos a arreglar todo. Esto significa también estar en una introspección, una luz de Dios para que podamos trabajar en la unidad, principalmente. Pero que también nuestros hermanos feligreses nos vean que estamos trabajando por la fraternidad y la comunión", agregó.
Finalmente, Scicluna espera poder reunirse con el nuevo administrador apostólico de Osorno, Jorge Concha -quien entró en reemplazo del polémico obispo emérito Juan Barros-, "como signo de unidad, para trabajar juntos por el bien de la Iglesia".