Cerca de 30 fieles participaron en la ceremonia.
Nicolas Klei, Aton Chile
SANTIAGO.- Durante la mañana de este sábado, los enviados papales a Chile,
el arzobispo Charles Scicluna y el sacerdote español Jordi Bertomeu, compartieron con cerca de 30 fieles de la comunidad de la
Parroquia del Sagrado Corazón en Osorno.
Esta es la tercera jornada de actividades que desarrollan en la ciudad. Para este domingo está planificada una "
misa de reconciliación", a la que se convocó a la comunidad católica. Sin embargo representantes de grupos laicos han puesto en duda su asistencia, debido a la ausencia de explicaciones por parte de la Santa Sede respecto a la
aceptación de renuncia del obispo Juan Barros.
El vocero de la Agrupación de Laicos y Laicas de Osorno, Juan Carlos Claret, se refirió a esta ceremonia: "Tendremos una reunión para ver el tema de qué se pretende con esa misa. Si es para resaltar que estamos todos dándonos el signo de la paz es porque no se comprende el proceso que hace falta para la reconciliación".
Por otra parte, José Manuel Rozas, el portavoz de la Agrupación de Laicos Católicos Cristianos de Osorno -organización más cercana al obispo Barros- se mostró abierto a asistir a la eucaristía, pero aclaró que esto dependerá del segundo encuentro que mantenga con Scicluna y Bertomeu.
Además, declaró la posibilidad de arreglar sus diferencias con el resto de la comunidad: "En la misa obviamente hay una horizontalidad y una verticalidad de la fe. La verticalidad es mi encuentro con Dios y la horizontalidad es con los hermanos. Yo sé que cuesta mucho, pero yo creo que pedir perdón y aceptar el perdón engrandece el hombre más que lo humilla".