Y es que pese a que han pasado poco más de tres meses desde que recibió la banda presidencial de manos de Michelle Bachelet, el jefe de Estado ya cuenta con una serie de aciertos y errores que permiten hacer un balance de su primer trimestre en La Moneda.
En el primer grupo está la primera medida que adoptó. Recién habían pasado unas horas desde que asumió el mando del país el 11 de marzo cuando acudió hasta La Pintana para anunciar el "Gran Acuerdo Nacional por la Infancia y la Adolescencia".
Con ello, envió una señal de la importancia que le otorgaría al tema, la cual fue aplaudida por todos los sectores políticos. Ello, sumado a la convocatoria que hizo para sumarse a la mesa de trabajo por la infancia, colocó al Ejecutivo al mando de la agenda desde el día uno.
Luego, al día siguiente, Piñera apuntó un segundo acierto: Pidió la renuncia del General Director de Carabineros, Bruno Villalobos, y visó la asunción de Hermes Soto como su reemplazante, dando un golpe de autoridad que marcó diferencias con el gobierno anterior.
De ese modo, el Mandatario mostró al país su preocupación por la crisis generada por el millonario fraude detectado al interior de la institución y el fracaso de la operación Huracán. Nuevamente, se llevó aplausos transversales.
Otro aspecto positivo fue la forma en que el Gobierno encaró los alegatos por la demanda marítima boliviana en la Corte Internacional de La Haya. Pese al poco tiempo que tuvo para abordar el tema, el canciller Roberto Ampuero aprobó dicho examen según los expertos.
Asimismo, la decisión del Presidente de convocar a representantes de todos los sectores para seguir el juicio, mostró a un gobierno dialogante y a una oposición incómoda, debido a la ausencia de algunos de sus miembros en dicha instancia.
La misma estrategia utilizó con el resto de las mesas de trabajo que convocó en salud, seguridad pública y desarrollo social, entre otros temas, lo cual dividió a la centroizquierda y dejó al Ejecutivo con una alta aprobación ciudadana en su primer mes de administración.
Otro tema que sustentó los números de las encuestas fue la presentación de la Ley de Migraciones, tema que impulsó durante buena parte de su campaña presidencial. Ello, sumado a las medidas específicas hacia Venezuela y Haití, le dio bonos positivos.
Entre los puntos altos también destaca su intervención ante la ola feminista, con la agenda de 12 puntos sobre equidad de género y el liderazgo que comenzó jugar a nivel regional con su oposición decidida hacia el régimen venezolano de Nicolás Maduro.
Los errores de sus ministros
Sin embargo, no todo se dio de forma óptima. A menos de un mes de estar en el gobierno, apareció el primer problema: Su ministro de Salud, Emilio Santelices, decidió cambiar el protocolo de la Ley de Aborto sin preguntarle, lo cual le valió la primera interpelación.
El rechazo a la modificación por parte de la Contraloría confirmó el problema, regalando el primer motivo de peso para la reunificación de la oposición. Además, el mismo secretario de Estado fue criticado por equivocarse al entregar cifras sobre el estado del VIH en Chile.
A ello se sumaron una serie de frases que complicaron a Piñera. "El gobierno de Bachelet le mintió a los chilenos", dijo el ministro de Economía, José Ramón Valente, abriendo una dura polémica con el bloque opositor, en medio de los llamados a los acuerdos del Gobierno.
Luego fue el turno del ministro de Educación, Gerardo Varela, quien en medio del debate por el aumento del VIH, manifestó sus reparos hacia la entrega de condones en los colegios y aseguró que él mismo proveía de estos a sus hijos, a quienes calificó de "campeones".
Frases desafortunadas en el problema de Buenos Aires
El 19 de abril, el Presidente decidió designar a su hermano Pablo como embajador de Chile en Argentina, ad portas de su primera visita oficial al país vecino. Los reproches por nepotismo no se hicieron esperar y días después Piñera tuvo que desistir del nombramiento.
En esos días, el gobernante presentó un acuerdo base para avanzar en el proyecto sobre identidad de género, materia que evidenció las primeras fisuras al interior de Chile Vamos, las cuales se mantienen hasta el día de hoy entre la UDI y Evópoli.
Y los problemas al interior del bloque oficialista no tardaron en llegar. Poco antes de los 100 días fue el senador de RN, Francisco Chahuán, quien no aguantó y criticó con dureza a La Moneda por su lenta instalación y la sequía legislativa.
Sus dichos abrieron las puertas al fuego amigo, obligando al Mandatario a tomar cartas en el asunto durante este fin de semana, luego de reunirse con dos figuras históricas de RN: El senador Andrés Allamand y el ministro de Defensa, Alberto Espina.
Entre las cosas negativas también aparecen las frases "machistas" del Presidente, quien en plena ola feminista le dijo "tan linda que se ve y tan dura que es" a la presidenta de la Cámara de Diputados, Maya Fernández, recibiendo una serie de críticas.
Semanas después, recibió a la delegación que participó en los Juegos Odesur, ocasión en la que felicitó al gimnasta Tomás González. ¿Cuántas medallas tiene en el cuerpo? Muchas. ¿Qué tiene más?, ¿medallas o pololas?", le dijo, convirtiéndose en objeto de reproches.