SANTIAGO.- "Han sido años duros", sostuvo la tarde del viernes el capellán nacional de Gendarmería, padre
Luis Roblero, al calificar brevemente la experiencia en su cargo, que ocupa hace cinco años.
Lo anterior, no por las complicaciones que pueden surgir diariamente al tratar con reclusos del todo el país, sino por el "abandono estatal" del que ha sido testigo durante este tiempo. "Duele constatar que no hacemos mucho más que encerrarlos y castigarlos (a los reos del país)", lamentó el sacerdote jesuita en entrevista con Emol.
Para Roblero, las políticas públicas poco efectivas que existen para tratar a los reos y a la delincuencia en Chile, son la razón primordial de porque la violencia es una realidad con la que los reclusos deben convivir todos los días.
Tema que hoy se encuentra en primera línea mediática, luego de lo sucedido en el penal Santiago 1, donde un video que se viralizó a través de redes sociales, dio cuenta de las duras agresiones que recibieron dos de los cuatro ciudadanos ecuatorianos imputados por el crimen de una mujer de 41 años en el barrio República. Cuatro internos y un gendarme han sido formalizados por el delito de tortura tras la golpiza.
Si bien para el capellán estas situaciones "antes era más comunes", recalca que se siguen dando, y tienen que ver "con las condiciones de encierro y la infraestructura (...). Tenemos que tener mayor conciencia de nuestras cárceles, de la violencia que hay en nuestras cárceles".
Ciclo de violencia
¿La responsabilidad? "Es del Estado", enfatizó el presbítero, agregando que "si uno se sumerge en la vida de los hombres y mujeres privadas de libertad, uno encuentra un común denominador que tiene que ver con la marginalidad y la exclusión social".
"Se produce un espiral de violencia dentro de la cárcel, el cual se agudiza por las condiciones de encierro, por el hacinamiento, porque no tenemos buenos planes de reinserción (...). Son historias que desde la cuna vienen violentadas, golpeadas, abusadas. Se produce un ciclo de violencia desde la cuna hasta la adultez. Es duro ver eso, y a nivel estatal se hace bastante poco" por cortar dicho ciclo".
Luis Roblero
"La gran mayoría de ellos (los reclusos) han nacido en hogares muy desestructurados, violentos, con abusos de pequeños, con calle de pequeños. La inmensa mayoría de ellos ha pasado por el Sename. Entonces, hay un ciclo de violencia que viene desde la cuna y que ellos reproducen con la violencia delictual. Claro, las cárceles encierran a esta población, y las cárceles son violentas, porque las personas que están ahí tienen una violencia interna muy fuerte", añadió.
Y continuó: "Se produce un espiral de violencia dentro de la cárcel, el cual se agudiza por las condiciones de encierro, por el hacinamiento, porque no tenemos buenos planes de reinserción (...). Son historias que desde la cuna vienen violentadas, golpeadas, abusadas. Se produce un ciclo de violencia desde la cuna hasta la adultez. Es duro ver eso, y a nivel estatal se hace bastante poco" por cortar dicho ciclo.
"No somos capaces como sociedad chilena de tener un sistema carcelario que efectivamente se haga cargo del daño que un victimario produjo a una víctima. No somos capaces de decidirnos de una vez por todas que estos lugares de protección estatal efectivamente lo sean. Eso conmueve mucho", agregó el sacerdote.
Defensa a Gendarmería
Tomando como centro de sus argumentos lo sucedido hace tres días con los ciudadanos ecuatorianos que fueron rapados, golpeados, insultados y torturados con descargas eléctricas, el capellán restó responsabilidades por el hecho a funcionarios de Gendarmería.
Pese a que el organismo penitenciario está desarrollando un sumario interno para dilucidar por qué no se cumplieron los protocolos de seguridad, y que el sargento que estaba a cargo, al momento del hecho, del módulo 11 del penal Santiago 1 -sector donde se dio la situación- Héctor Palma, fue formalizado ayer por el delito de tortura, tras su presunta responsabilidad en la golpiza, Roblero apuntó a que Gendarmería "con los recursos que tiene, maneja este tipo de situaciones lo mejor que puede".
"Acá hay una cuestión mucho más estructural, lo cual es mucho más grave".
Capellán nacional de Gendarmería
"Lo que yo he visto, es que hay una mayor conciencia de Gendarmería para que no se produzcan este tipo de vulneraciones. Hoy día los gendarmes y todos los funcionarios en general, están mucho más atentos a situaciones que violenten los derechos humanos. En conciencia yo creo que hemos ganado, ahora en cuanto a mejoras de las condiciones carcelarias, bueno, en eso yo creo que no hay ningún avance", recalcó.
En el caso aludido en particular, el religioso manifestó que "no me atrevería a decir que hubo una responsabilidad directa del gendarme (Palma). La gran mayoría de los funcionarios y funcionarias hace su trabajo con gran dignidad. Entonces, buscar la solución o buscar el culpable en la persona concreta, no sé si es del todo pertinente".
"Acá hay una cuestión mucho más estructural, lo cual es mucho más grave", concluyó.