Jonathan Mancilla, El Mercurio
SANTIAGO.- Lo que hace un par de meses parecía ser una ofensiva coordinada y aprobada por la totalidad de las fuerzas del
Frente Amplio (FA), hoy se transformó en una piedra en el zapato para varios dirigentes de ese conglomerado.
A fines de abril, parlamentarios y dirigentes del bloque informaron su intención de presentar un requerimiento a la Corte Suprema para destituir al fiscal nacional, Jorge Abbott, en gran medida por el controvertido discurso que el abogado realizó en el marco de la Cuenta Pública del Ministerio Público, en la que llamó a los fiscales a ser "diligentes cuando hay representantes de elección popular involucrados" para "no alterar más de lo necesario el funcionamiento del poder del Estado".
A lo anterior se sumaron los cuestionamientos a la reunión que Abbott sostuvo con el entonces senador Hernán Larraín (UDI), en la antesala de ser ratificado en su actual cargo por la Cámara Alta.
El anuncio de que el ex ministro de Justicia Luis Bates prepara la eventual defensa de Abbott volvió a reactivar el tema en el bloque. El diputado Tomás Hirsch (PH) indicó que, por ahora, el FA sigue recabando antecedentes, pero que no hay apuro en presentar el libelo.
"Por el momento hemos evaluado esperar. Queremos evaluar cómo se produce el desenlace del caso Penta, entre otros. No tenemos un apuro extremo con el tema", dijo el parlamentario.
Hirsch ha encabezado la ofensiva contra Abbott, junto a la diputada Claudia Mix (Poder Ciudadano). En un principio fueron respaldados por la totalidad de los parlamentarios del bloque, comprometiendo las diez firmas que requiere la presentación del requerimiento ante el máximo tribunal.