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Abogada estadounidense experta en abuso: "El sistema no puede dejar a los profesores libres de acosar"

Suzanne Goldberg, encargada de temas de sexualidad en la U. de Columbia, está de visita en Chile para reunirse con rectores, empresarios y con la ministra de la Mujer. "Proveer apoyo e intervenir es distinto a involucrarse en lo que los estudiantes hacen entre ellos", señala.

19 de Julio de 2018 | 11:16 | Por Consuelo Ferrer D., Emol
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El Mercurio
SANTIAGO.- Pocas horas después de haber aterrizado en Chile la noche del lunes, Suzanne Goldberg —abogada, experta en temas de abuso, y quien dirige la Clínica Jurídica para Asuntos de Sexualidad y Género en la U. de Columbia— comenzó a recibir preguntas sobre su opinión de lo que está debatiéndose en territorio nacional: los casos de Nicolás López y Herval Abreu, y lo que significaron las tomas feministas en las universidades.

"No es soprendente que las protestas tomaran fuerza en escuelas de Derecho, porque los estudiantes de Leyes reciben entrenamiento sobre instituciones, les enseñan a entender los sistemas, y ven los problemas de discriminación", dice la abogada en conversación con Emol, en medio de su ajetreada agenda en el país.

Tiene programadas más de diez reuniones y exposiciones en cuatro días, que terminan este viernes con un encuentro con la ministra de la Mujer, Isabel Plá. Su visita, promovida por el Centro Global de Columbia en Chile, incluye también a los rectores de la U. de Chile, Católica y Adolfo Ibáñez, además de conferencias abiertas y mesas con empresarios y ejecutivos.

Lo que está debatiendo Chile en materia de acoso y abuso también se discute en Estados Unidos, más allá del mundo del espectáculo y de la figura de Weinstein. Goldberg ha tenido que enfrentarlo desde la academia. "Hemos tenido un par de estos casos este año con profesores muy prominentes, que tuvieron que dejar la universidad después de las acusaciones de abuso o por violar protocolos de relaciones con estudiantes", cuenta.

"Creo que estamos empezando a ver un cambio significativo en EE.UU. y sospecho que está empezando en la academia alrededor del mundo. Es un proceso largo, pero el cambio empieza a reflejarse en el sector privado, el gobierno, la milicia, los medios. No hay razón para que la academia se aparte de estas transformaciones", añade.

Consentimiento


Con un documento de 42 páginas llamado "Gender-Based Misconduct Policy", que podría traducirse como "Política de Malas Conductas basadas en el Género", Columbia norma una "amplia gama de comportamientos centrados en sexo o género, que pueden o no ser de naturaleza sexual".

El detallado reglamento describe escenarios hipotéticos para ilustrar relaciones o contacto sexual y su vínculo con el "consentimiento afirmativo". "Eso significa que las dos personas deben tener voluntad y querer hacer, cualquiera que sea el acto sexual", define Goldberg.

—En Chile algunas voces han criticado que las demandas de las estudiantes buscan regular aspectos del comportamiento humano que muchos consideran "in-regulables", como el coqueteo.

—Aquí es donde encaja el concepto del consentimiento, porque el coqueteo es divertido cuando ambas personas quieren hacerlo. Cuando una persona insiste en coquetear y la otra está tratando de hacer su trabajo o estudiar, se convierte en un problema. Entonces ya no es coqueteo y cruza la línea hacia el acoso.

"El coqueteo es divertido cuando ambas personas quieren hacerlo. Cuando una persona insiste en coquetear y la otra está tratando de hacer su trabajo o estudiar, se convierte en un problema"

Suzanne Goldberg
—El consentimiento a menudo es un concepto difícil de medir, ¿cómo se puede transformar en una variable concreta?

—Si alguien hace una denuncia, preguntamos qué pasó desde ambas perspectivas, y usualmente no es tan difícil de resolver como parecen pensar. Si alguien está extremadamente borracho, con seguidad está incapacitado para dar consentimiento. ¿Cómo puede consentir si a veces no puede ni caminar? La idea es que ambas partes estén conscientes de lo que están haciendo, y que quieran hacer lo que están haciendo.

—También en redes sociales se ha caricaturizado el problema con escenarios como "Algún día tendremos que firmar ante notario para dar un beso".

—No se trata de firmar documentos ni enviar notas, lo que yo pregunto a menudo es: ¿Realmente quieres tener intimidad sexual con alguien que no quiere tenerla contigo? La mayor parte de las personas normalmente puede notar si la otra persona es receptiva o no y la obligación de notarlo recae en quien quiere lograr esa conexión. Esa persona que debe asegurarse de que el otro está abordo.

—En Columbia hablan de "consentimiento afirmativo", o sea que para que se una relación se considere consensuada debe verbalizarse.

—En la universidad siempre decimos: "El silencio no es consentimiento" y la ausencia de resistencia tampoco. Las personas pueden estar asustadas de decir que no, pueden sentirse incómodas de decirlo. En realidad no es tan difícil de entender: todos hemos vivido situaciones donde se nos pide hacer cosas que no queremos. Es algo familiar incluso para quienes nunca han sido acosados sexualmente. Hay situaciones en la que somos presionados y presionados para hacer algo, y encima tenemos que fingir que estuvo bien por presión. Que no digamos que nos incomoda no significa que esa presión haya sido correcta.

Las universidades y los académicos


—Ha habido casos de abuso en fiestas universitarias que han llegado a instancias internas y las universidades han resuelto que no existió responsabilidad del plantel, porque se trataba de una actividad recreativa. ¿Las universidades deberían preocuparse solamente de los aspectos académicos o también de formar buenas personas?

—Las universidades crean comunidades, no son solamente un espacio donde alguien va a recibir una clase, se va y después no vuelve a hablar con las demás personas. De hecho: el valor de las universidades está en que crean un entorno donde ocurren discusiones. A menudo decimos que los estudiantes aprenden tanto dentro de las salas como afuera, por eso es que las universidades sin duda tienen responsabilidades que se extienden fuera de la sala de clases.

—Si hablamos de niveles de intervención, es más explícito normar las relaciones entre un alumno y un profesor, que entre compañeros de clase.

—Para un estudiante que es agredido sexualmente, esa experiencia suele afectar su habilidad de prosperar en la universidad, de tener éxito en sus clases y seguir con sus estudios. Si el perpetrador fue un estudiante o un profesor... puede ser importante para algunos aspectos normativos, pero no es importante para la experiencia del estudiante que está sufriendo y que necesita asistencia de la universidad para seguir con su vida.

"Construimos barreras (de comportamiento entre alumnos) y ahora decimos 'prohibiremos que los estudiantes se agredan a través de los golpes, pero no les prohibiremos agredirse con ataques sexuales'. Esa no es una distinción muy sensible

Suzanne Goldberg
—Académicos han expresado aprensión ante la sensación de que lo que las alumnas piden es que la universidad "se meta en sus camas".

—Hemos hecho muchas normas para regular el comportamiento de los alumnos: decimos "los estudiantes no pueden golpearse", "no pueden robarse". Hemos construido esas barreras, y ahora decimos "prohibiremos que los estudiantes se agredan a través de los golpes, pero no les prohibiremos agredirse con ataques sexuales". Esa no es una distinción muy sensible. Es importante para las universidades proveer apoyo e intervenir, que es muy distinto a involucrarse en lo que los estudiantes hacen entre ellos.

—Una de las exigencias que repiten las estudiantes movilizadas es que se termine con la impunidad a los profesores, mientras hay quienes consideran que no es "correcto" expulsar a un académico de renombre por haber acosado.

—Los académicos no pueden estar inmunes a las reglas que gobiernan a los demás dentro de las instituciones. Es más: en las instituciones educaciones son quienes tienen los mayores niveles de autoridad, y es especialmente importante que no abusen de ella. Muchas conductas sexuales inapropiadas de académicos fueron toleradas por un largo tiempo, pero estamos viendo un cambio. Si queremos educar a nuestros estudiantes sobre una base justa, es muy importante no hacer diferencias. No podemos tener un sistema donde los profesores estén libres de acosar a los estudiantes que les interesen.

El "excepcionalismo" del abuso


—Más allá de la academia, en Chile también hemos tenido casos en otras áreas, como el cine y la televisión, que han abierto el debate en torno a denunciar con posterioridad o qué castigos sociales o judiciales aplicar. Se dice que se está "sobrerreaccionando".

—El peligro es subrreaccionar. En EE.UU. los negocios empiezan a entenderlo, porque afecta su resultado final. Creo que las universidades también se están dando cuenta y se tendrán que hacer cargo, porque los estudiantes van a bajar su rendimiento. Espero que algún día todo este intenso y sostenido trabajo entregue resultados duraderos en todas estas otras esferas también.

"Encuentro impresionante que se piense que en esta área la posibilidad de una denuncia falsa debería invalidar el proceso, cuando en todas las otras áreas sabemos que el sistema está diseñado para investigar y distinguir las denuncias entre ellas"

Suzanne Goldberg
—También surge cuestionamiento de las propias mujeres, que dicen "yo no habría dejado que me acosaran". ¿Cómo se puede educar a las personas en la mecánica del abuso y trabajar la empatía?

—Es exactamente eso: hacer que las personas entiendan que no es tan simple. Como te decía: todos, cada uno de nosotros, ha vivido alguna situación en la que nos sentimos vulnerables, y lo importante es ayudar a que las personas traduzcan sus propias experiencias para entender la vulnerabilidad de otros, incluso si en su caso no se relacionó con la sexualidad. Ninguno de nosotros se ha sentido siempre totalmente en control de las situaciones y para mí la empatía es lograr ver en las situaciones de otros algo tuyo, incluso si no has tenido exactamente la misma experiencia.

"Hay tantos asuntos sobre los que la sociedad debate y discute mientras los procesos legales avanzan, y lo problemático es que tenemos excepcionalismo para los abusos sexuales. Todas las maneras en que debatimos normalmente son tratadas como 'no aplicables' a esta situación"

Suzanne Goldberg
—Los detractores dicen que si se toman medidas drásticas se van a inventar situaciones de abuso para inculpar a inocentes.

—Las personas normalmente no inventan. No hay evidencia académica de que eso sea verdad, aunque sí hay evidencia de que un porcentaje muy bajo de acusaciones son falsas. ¡Quién sabe qué motivación tiene alguien para hacer una acusación falsa! Pero el problema empieza cuando pensamos que esa es una razón para no hacer nada.

—¿En qué sentido?

—No eliminamos nuestro sistema criminal porque a veces las personas hacen acusaciones falsas de robo o violencia: investigamos y confiamos en que tenemos buenos profesionales para evaluar qué ha sucedido y hacer un juicio justo. A veces funciona bien y a veces no, es así. Encuentro impresionante que se piense que en esta área la posibilidad de una denuncia falsa debería invalidar el proceso, cuando en todas las otras áreas sabemos que el sistema está diseñado para investigar y distinguir las denuncias entre ellas.

—Otro debate que se ha abierto es el de la presunción de inocencia. Hay una parte de la sociedad a la que le basta una serie de acusaciones consistentes para condenar socialmente a alguien, y otra parte prefiere esperar qué dirá la justicia, aunque en algunos caso lo que se imputa no está tipificado como delito.

—Pasa en EE.UU. con Harvey Weinstein. Él no ha ido a juicio ni ha sido condenado, pero hemos visto el poder de sus abusos en nombres y detalles de las historias personales. Los procesos en la corte siempre toman tiempo, pero hay tantos asuntos sobre los que la sociedad debate y discute mientras los procesos legales avanzan, y lo problemático es que tenemos excepcionalismo para los abusos sexuales. Todas las maneras en que debatimos normalmente son tratadas como "no aplicables" a esta situación, y eso nos dice algo. He visto un escepticismo y una actitud defensiva cuando se habla de acusaciones de abuso sexual que no se ve cuando hablamos de robo, fraude y muchas otras acusaciones igualmente serias.
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