SANTIAGO.- Cientos de haitianos pasaron la noche afuera del Liceo Lastarria, incluso algunos con sus hijos y bajo un intenso frío, para regularizar su situación en Chile. Este establecimiento educacional de Providencia se convirtió en una sede provisional del consulado de Haití, dada la gran demanda de ciudadanos de este país para obtener su certificado de antecedentes.
Largas filas, desorden y acusaciones de falta de información marcaron la mañana en el sector de José Miguel Claro con Providencia, hasta donde debió llegar carabineros y efectivos del GOPE para organizar a las personas.
Entre ello, destacaron Sophie Jean Baptiste y Kendaly Joseph, haitianas que lucieron el uniforme de Carabineros y que colaboraron en la misión e informaron a sus compatriotas sobre el operativo, en creolè. Ambas atrajeron todas las miradas.
Cómo llegaron
Estas dos jóvenes junto a Marie Came Sophie, Jessica Sanon y Daby Sanon, llegaron a Chile en 2014 para formarse en la Escuela de Oficiales Carabineros (Escar). Esto, gracias a una beca del Programa de Cooperación Internacional del Gobierno de Chile para Policías Uniformadas Extranjeras (Cecipu).
Existente desde 1995, allí los policías extranjeros se capacitan y especializan para, luego de finalizada la formación, volver a sus naciones para aplicar lo aprendido. Existen aspirantes becarios de países, como República Dominicana, México y Colombia, entre otros.
Trabajan con la subteniente María José Cruchett, quien es la instructora.
Sophie Jean Baptiste
Es aspirante a oficial de cuarto año de la Escuela de Carabineros de Chile. Nació en Puerto Príncipe, la capital de Haití y durante un año fue policía allá hasta que fue seleccionada para venir a formarse a la Escar en 2014. Y fue quien habló de su experiencia en el país y su trabajo en el proceso.
"Para mí es muy especial, es un orgullo estar en la Escuela de Carabineros de Chile", dice Jean Baptiste que destaca su experiencia tanto en Chile como en la Escar. Además comenta que en la institución ha encontrado una familia y que sus compañeras son como hermanas.
La mayor dificultad que ha tenido esta joven policía ha sido la distancia con su familia. "Hablamos por Whatsapp y videollamada también. Es un poco difícil, aunque estemos hablando, el acercamiento con mi familia, contacto físico también es muy importante", afirma.
Sólo le quedan cinco meses para regresar a su país. Actualmente, está haciendo práctica policial en la subcomisaría de Asuntos Migratorios. "Me tocó hace dos semanas venir a ayudar a los haitianos para hacer los tramites de papeles", asegura.
Respecto al proceso de regularización migratoria que están viviendo sus compatriotas, comenta que le parece muy bien, "porque allá en Haití hay muchas personas que han cometido crímenes. Entonces se fueron a la fuga para venir acá. Entonces así van a saber cuáles son las personas que son correctas y cuáles son las personas que tienen problemas con la ley".
Finalmente, Jean Baptiste reflexiona en torno a la situación ocurrida en la mañana "tienen que entender que no pueden pasar todos en un día, tienen que hacer las cosas en orden. En el caso contrario no van a pasar todos".
Kendaly Joseph
Es la otra aspirante a carabinera que trabajó durante la mañana en las afueras del Liceo Lastarria y es también compañera de Sophie Jean Baptiste en la beca de Cecipu.
La joven policía valora mucho la experiencia que está teniendo en la Escar por la trayectoria que tiene esta institución, ya que según señala "nosotros tenemos una policía joven que tiene 22 años y nosotros podemos aprender a implementar a la policía".
Joseph cuenta que "en Haití somos policías por amor, por vocación". Y que está muy satisfecha de poder ayudar a sus coterráneos a pesar de no estar su país dada la gran llegada de haitianos a Chile.
"Cuando uno puede ayudar a sus compatriotas, me siento útil. Me siento súper bien porque puedo ayudar a la gran comunidad haitiana que esta acá en Chile".
Kendaly Joseph, aspirante a carabinera
El principal aporte que han realizado estas dos jóvenes es poder comunicar de manera eficaz la información a la comunidad haitiana por medio de su lengua nativa, el creolè.
"La mayoría no entiende el español entonces nosotras estamos aquí para apoyarlos, para aclarar las dudas que tienen, para pasar los mensajes. Ellos no entienden español. Cuando uno les pasa el mensaje en creol es mejor para ellos, porque entienden", reflexiona Kendaly.
El Liceo Lastarria va a funcionar como sede anexa al consulado haitiano hasta el domingo 22 de este mes, fecha en que finaliza la etapa de registro para los extranjeros.