SANTIAGO.- Se ubica a la víctima en un lugar desde el que no pueda ser vista y luego personal de Gendarmería hace pasar a una serie de presos en la sala. La idea es que sea capaz de reconocer a el o los involucrados en el ataque que denunció.
El proceso se llama "rueda de presos" y es uno de los que se aplican en las cárceles, luego de que un interno denuncia haber sido agredido sexualmente, explicó el presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios (Anop), Alberto Figueroa.
Según cifras enviadas a Emol a través de Transparencia, entre 2012 y abril de este año, 179 presos denunciaron haber sido víctima de estos actos: 164 fueron hombres y 15 mujeres.
"A diferencia de lo que pasa con agresiones, en estos casos suelen ser los mismos agredidos quienes se acercan a la administración para dar cuenta de este tipo de hechos. Muy pocas veces son denunciados por terceros, ya que nadie quiere inmiscuirse en ese tipo de problemas, ya que además los tildan de sapos", señaló el uniformado.
La "rueda de presos" es el método que se usa cuando no se conoce al victimario, mientras que en otras oportunidades se da un apodo o derechamente su nombre. Sea cual sea el caso, la víctima es llevada a otro módulo para evitar represalias.
Desde la Dirección Nacional de Gendarmería explicaron a Emol que luego que un interno denuncia "haber sido víctima o sufrido agresión sexual, la institución informa al Ministerio Público el eventual ilícito". Es este quien "instruye la realización de exámenes en el Servicio Médico Legal, para constatar lesiones a modo de prueba de la investigación relacionada".
Es por esto último que en los registros enviados se catalogan todas las conductas de esta índole como "agresiones sexuales", ya que, de acuerdo indicaron junto a los datos, es la Fiscalía quien categoriza la acción. Por su parte, el oficial Figueroa señaló que en su mayoría estas se denuncian como violaciones.
Intervención y la aparición de "tendencias suicidas"
Paralelo al envío de los antecedentes al Ministerio Público, explicaron desde Gendarmería, el interno agredido puede ser derivado a un tratamiento individual psicológico o acceder a este de manera voluntaria.
"En caso de que se observe que el o los episodios de violencia sexual desencadenen patologías psiquiátricas, los profesionales de las áreas técnicas locales en conjunto con las unidades de salud del establecimiento penal gestionan al acceso a tratamiento psiquiátrico, ya sea al interior del establecimiento penal o con la red de salud externa", indicaron en un comunicado.
Así también, señalaron, que debido a que "un porcentaje no menor presenta actitudes suicidas", se trabaja con el apoyo de un equipo psicosocial en base a un protocolo que busca prevenir este tipo de acciones.
La dinámica
De acuerdo explicó el dirigente gremial, Alberto Figueroa, a este medio, gran parte de estas agresiones ocurren en grupo. "Las violaciones muchas veces responden hacia un interno tiene una desviación mental o simplemente realizan este hecho como venganza, ya que el agredido cometió un ilícito que afectó a un familiar o sea un hecho simplemente repudiado por el mundo del hampa".
En esa linea, explicó "los internos son reactivos a este tipo de conductas, de manera que quieren hacer justicia, aunque sea a través de un acto rechazado social y penalmente". Así también, añadió, hay agresores que responden a una "necesidad sexual".
Esto mismo fue reforzado por el diputado y miembro de la Comisión de Derechos Humanos, Andrés Celis, quien tildó las cifras de "preocupantes", indicando que "lamentablemente, al interior de los centros penitenciarios rigen reglas diferentes a las nuestras, los reos utilizan un lenguaje distinto y siguen sus propios códigos".
164Hombres y 15 mujeres recluidos en una cárcel denunciaron una agresión sexual.
Y si bien el parlamentario reconoció que Gendarmería "no da abasto, y con la sobrepoblación penal que existe en Chile es muy complejo que puedan hacerse cargo de todo lo que ocurre al interior", comentó que la directora nacional de la institución, Claudia Bendeck, "se está haciendo cargo de ésta y otras problemáticas".
En esa línea, señaló propuso llevar a discusión un aumento presupuestario "para poder controlar estas conductas y reagrupar a los internos en los módulos según el tipo de delito que hayan cometido, de este modo podríamos ver una disminución de los ataques sexuales al interior de los penales", así como un cambio de protocolos: "En otros países, como Estados Unidos, se ha establecido que los recintos penitenciarios deben ser capaces de recolectar evidencias, realizar exámenes médicos y otorgar apoyo psicológico".
Otro punto en que el diputado y el uniformado coincidieron es que las cifras son solo una parte de la realidad. De acuerdo a Celis, es necesario mejorar los procedimientos para llevar a efecto las denuncias. Por su parte, Figueroa agregó: "Muchos se quedan callados para no recibir más represalias".