SANTIAGO.- "El Estado no puede solo". De esta manera intentó aclarar el ministro de Educación, Gerardo Varela, sus polémicos dichos en que propuso realizar bingos para solucionar parte de los problemas de infraestructura que arrastran las escuelas públicas del país.
Y es que, según indicó el secretario de Estado luego de pedir disculpas por lo que calificó como "un mal ejemplo", el desafío para enfrentar las deficiencias estructurales es un tema que "tenemos que atacarlo entre todos".
En ese sentido, sostuvo que las complicaciones de índole estructural deben ser asumidas por el Ministerio de Educación a "nivel central", pero indicó que existen otros asuntos menores que deben ser abordados por las comunidades y los sostenedores responsables. "Soluciones locales para problemas locales", insistió Varela, apuntando a la ineficacia que significa centralizar este tipo de situaciones.
Para esto, el secretario de Estado llamó a los administradores de establecimientos educacionales públicos a utilizar correctamente los fondos entregados por el Ejecutivo. "Nosotros entregamos la subvención para que se gaste bien. Parte de la subvención" es para infraestructura, insistió.
Principales complicaciones
Felipe Delpin, alcalde de La Granja y presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM), conoce de primera fuente los problemas de infraestructura de los colegios, ya que, en su condición de profesor de física, química y matemáticas, realizó clases por muchos años antes de asumir como autoridad.
"(El estado de la infraestructura) la verdad es que ha ido mejorando. En los años ’90, eran absolutamente paupérrimos los colegios; realmente estaban en mal estado. Pero se fue invirtiendo y mejorando", señala, agregando, sin embargo, que las mantenciones requieren de mucha inversión.
"Por la fatiga de material, la lluvia, y estado de los baños, que se echan a perder, hay que estar siempre reparando. En la zona sur de Chile, no hay calefacción, los niños pasan frío, hay que colegios que se llueven, patios que se inundan. Siempre hay que estar haciendo inversiones", agrega.
En esa línea, advierte que los municipios no siempre pueden cubrir este tipo de mantenciones, ya que por los costos, no les alcanza. "Por ejemplo, para cambiar un techo se habla de 200 o 100 millones de pesos (…) Si los apoderados hacen bingos es para cambiar ventanas o reparar los arcos de una cancha, no para lo otro".
Para el alcalde de Independencia, Gonzalo Durán (PS), y la directora de política educativa de Educación 2020, Nicole Cisternas, los defectos en la infraestructura se deben especialmente al lugar y las condiciones del clima donde las escuelas están emplazadas.
Según el jefe comunal, los mayores problemas derivan de "la antigüedad de los establecimientos. También tenemos problemas graves de infraestructura asociados a los problemas de desigualdad social que vive el país".
Para la autoridad, en las comunas más vulnerables, la falta de mantención, autonomía y dificultades de hacerse cargo desde el modelo municipal han implicado problemas graves de techumbres y filtraciones.
Cisternas, en tanto, sostuvo que los recintos de las zonas rurales son los más afectados, e indicó que según un estudio del Mineduc "más de 1.000 (establecimientos) tienen problemas respecto del agua, y el acceso al agua potable".
Catastro y exigencias
Un ejemplo de los problemas de infraestructura es el paro estudiantil que se generó el pasado mes en Liceo Politécnico Capitán Ignacio Carrera Pinto, ubicado en la comuna de San Carlos, Región de Ñuble. Los estudiantes exigían un mejor sistema de calefacción, ya que acusaban que las temperaturas en sus salas de clases estaban bajo el mínimo exigido por el Ministerio de Educación (12° C en aulas para educación básica y media).
Según datos de la fundación Educación 2020, hoy existen cerca de 6 mil escuelas públicas en el país, y dado lo informado por el último catastro de infraestructura escolar realizado por el Ministerio de Eduación (Mineduc) del año 2012, en el que se validó información correspondiente a 4.986 recintos subvencionados de dependencia municipal, se detectó que, en promedio, existe un 20,3% de deterioro del conjunto de pabellones de cada local educativo.
Lo anterior, considerando aspectos como cubierta, estructura de muros y tabiques, pavimentos, sistema eléctrico, ventanas, puertas, mobiliario escolar, pinturas y revestimiento de cielos y muro.
6 mil escuelas públicas en Chile
Además, en su momento, el catastro dio cuenta de 522 recintos con más del 40% de su edificación dañada, sumado a otros 2.810 colegios con el 20% de su estructura damnificada.
Para que los establecimientos funcionen en óptimas condiciones de infraestructura, deben cumplir con las exigencias del decreto 548 del Mineduc, donde, entre otras cosas, se indica que el terreno en donde este emplazado el local escolar no podrá ser una zona de "posibles derrumbes, avalanchas, inundaciones y otras situaciones riesgosas".
Tampoco debiesen existir elementos que representen "situaciones de riesgo", como líneas de alta tensión, canales y pozos abiertos, o ubicarse cerca de basurales, pantanos o industrias "peligros y/o contaminantes".
Por último, el documento manifiesta que "la estructura de los pisos, muros, cielos y la techumbre del edificio deberán estar en un buen estado y que no presenten riesgos". Junto con la prohibición de levantar locales con muros medianeros hechos con "adobe o albañilería simple".
Según la directora de Política Educativa de Educación 2020, todos los estudios demuestra la importancia de los espacios para la calidad del aprendizaje. "Las escuelas tienen que asegurar que las personas estén cómodas, seguras, en condiciones de temperatura, de espacio y de iluminación. También la infraestructura aporta en cuánto aprenden (…) se necesita estar cómodo, no tener frío o calor, tener una luz adecuada, o sea, las condiciones para el aprendizaje son fundamentales”.
Sistema de financiamiento deficiente
Pese a que el ministro destacó la importancia de utilizar correctamente las subvenciones para paliar las deficiencias infraestructurales, Duran matizó lo planteado y sostuvo que esto no sería suficiente.
"El estado de la infraestructura en el país aún es especialmente defectuoso. Tanto así, que los municipios con el propio Ministerio de Educación disponen de líneas de financiamiento especiales para abordar los temas de infraestructura, (...) pero el aporte del Mineduc es deficitario. En ese sentido los municipios también hacen un esfuerzo adicional en esta línea", indicó el edil.
Según el alcalde y sostenedor de los establecimientos públicos de Independencia, "es una responsabilidad del Estado contribuir al desarrollo de esta necesidad". Ya que ellos han tenido que "desarrollar programas colaborativos con privados para atraer recursos para el mejoramiento de la infraestructura y, además, hacemos un aporte municipal importante. De manera de que esto es una responsabilidad pública, sin perjuicios de una actitud colaborativa de las comunidades".
Para la representante de la ONG, en tanto, algo muy relevante en este tema es la heterogeneidad de las escuelas de Chile. Ya que, "la administración todavía depende mayoritariamente de los municipios, y hay evidencia bien contundente de que la municipalización no permitió mejorar la calidad".
Cisternas cita el último estudio de la OCDE, donde se señala que la gobernanza para la administración de los recursos en las escuelas no depende solo de las escuelas o del sostenedor. "Hay un tema de cómo el Estado asegura la buena distribución de los recursos, va a ser importante la nueva ley de Educación Pública, donde ya no van a ser los municipios, sino entidades especializadas las que van a administrar las escuelas", indicó Cisternas.
Y es que, según planteó, la heterogeneidad de los municipios provoca automáticamente que "los municipios grandes o ricos tienen muchas más ventajas para administrar sus escuelas", que los vulnerables.