SANTIAGO.- "Es sano que no pongamos todos los huevos en una misma canasta". Esa fue la polémica respuesta que entregó el ministro de Economía, José Ramón Valente, durante una entrevista en CNN, consultado sobre la pertinencia de invertir en el extranjero.
La frase cayó después de otra que también causó revuelo, emitida por el ministro de Educación, Gerardo Varela. "Todos los días recibo reclamos de gente que quiere que el Ministerio le arregle el techo a un colegio que tiene goteras o una sala de clases que tiene el piso malo y yo me pregunto, ¿por qué no hacen un bingo?", aseguró.
Las críticas a los titulares de ambas carteras no se hicieron esperar, y a dos días de las polémicas, los analistas políticos hacen una diferencia a los escenarios que las autoridades enfrentan: "A pesar de que ambos son honestos, uno es responsable y el otro no", asegura el director del Programa Electoral de la U. Central, Kenneth Bunker.
Varela: Acumulación de errores
Aunque ambos casos se han agrupado por la cercanía temporal con la que ocurrieron, para Bunker se trata de dos conflictos diferentes. "Varela está agotado, es esencialmente un hombre muerto caminando y veo difícil que siga en el gabinete si hay un cambio", asegura.
Antes del bingo, causaron resistencia sus dichos sobre las "pequeñas humillaciones" en medio de los movimientos feministas y la polémica donde enumeró los condones utilizados por sus hijos. "Es una vulnerabilidad para el Gobierno:
hay que estar pendiente de lo que dice, cuándo lo dice y cómo lo dice. Su problema es que repite sus errores a pesar de que se le ha llamado al orden", explica.
"Se decía que era un gran gestor, pero personalmente no vi mucho. Había bastante por hacer en Educación, sobre todo en cuanto al rol del Gobierno en implementar las reformas estructurales de Bachelet, sin embargo veo que el trabajo fue más bien invisible, si es que hubo, y también se invisibilizó por sus dichos", analiza el doctor en Ciencia Política. "Cualquier cosa que trató de hacer como fondo, finalmente se terminó opacado con la forma".
"Es más o menos evidente que la incontinencia verbal le ha jugado muy en contra. Lamentablemente carga con un acumulado de cosas, que le plantea una situación complicada hacia adelante", dice por su parte la directora ejecutiva de Fundación Chile 21, Gloria de la Fuente.
Valente: ¿Ministro o experto?
Lo de Valente, para Bunker, tiene otro matiz. "Mucho de lo que dice, en el fondo, tiene sentido. Hay muchos economistas que comparten el fondo de sus palabras. La diferencia entre los dos es que Valente es mucho más responsable en las cosas que dice. Puede ser impopular, pero es responsable. En cambio, en Varela la forma y el lugar donde dice las cosas no son adecuadas", señala.
Para el académico de la U. Central, Valente "tiene oficio" en el cargo. "Ha estado, en general, metido en el mundo económico, conoce los jugadores, el juego, los nódulos de presión. Eso le da más legitimidad política que a Varela, que aunque participó en algunos directorios también era columnista, que de por sí son personas provocadoras. No creo que ser ministro sea el mejor tránsito directo para eso", expone.
Pero a juicio de De la Fuente, el problema para el titular de Economía radica en "no percatarse o no asumir adecuadamente que el rol de un ministro de Estado es distinto al rol del experto". "Se requiere mucho cuidado de lo que se señala porque las señales emitidas impactan en el mercado", explica.
Sin embargo, asegura que se trató de un episodio "desafortunado". "Es un hecho aislado dentro de lo que, probablemente, es su perspectiva política y lo que ha sido hasta aquí su desempeño", expone.
"Gestores del Estado"
Para la académica del Instituto de Asuntos Públicos de la U. de Chile, Claudia Heiss, ambos ministros han mostrado, con sus actos, "desdén por su rol como representantes de todos los chilenos en una tarea de Estado".
A su análisis suma los episodios protagonizados por el propio Presidente Sebastián Piñera en la Cumbre de la Alianza del Pacífico en México, donde comparó al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo con un perro, por ser "uno de los mejores amigos" de la Alianza del Pacífico.
"Los tres hechos muestran que este Gobierno no tiene una visión de Estado ni una clara concepción de su rol público, y ese no es un problema de toda la derecha, sino de esta derecha (...) Este Gobierno tiene una visión de la política como si fuera una empresa privada o una consultora.
Actúan como gestores del Estado y no como representantes de la ciudadanía", asegura.
La situación de los titulares de ambas carteras, a su juicio, es similar. "Valente, como ministro de Economía, tiene que pensar en el bien de la economía chilena, y Varela en el bien de la educación de los chilenos. Sin embargo, los dos están viendo su rol como gestores privados de una especie de prestación de servicio en el mercado: están actuando como gerentes", señala.
Para ella, se trata de una pauta que se marca desde La Moneda. "El Presidente es el encargado de fijar el sello del Gobierno. Las acciones de ambos ministros están directamente vinculadas con la visión que tiene el Presidente de la función del Gobierno: la de un padre que vela por el bien de sus hijos, como lo ha dicho, e incluso la de un gerente que administra de manera eficiente", concluye.
