Campaña en peajes por Ley Emilia.
El Mercurio
SANTIAGO.- Hace cuatro años comenzó a regir en Chile la llamada Ley Emilia, normativa que modificó las penas para conductores que en estado de ebriedad o bajo los efectos del alcohol provoquen la muerte de terceros.
Ante esto, la Fundación Emilia realizó un estudio sobre el impacto de la legislación, concluyendo que que tras la implementación de la norma disminuyó en 50,5% la cifra de fallecidos por conducción en estado de ebriedad entre 2011 y 2017.
El año pasado se registraron 176 muertes al año, la cifra más baja desde 2011, en comparación a los 348 fallecimientos ocurridos en esa fecha.
Ese año es relevante, porque se firmó el Decenio de Acción para la Seguridad Vial de la ONU. La primera instancia para regular la conducción bajo los efectos del alcohol.
"Es una baja histórica, no hay ninguna ley en términos internacionales que haya logrado bajar esta cantidad de fallecidos en cuatro años de vigencia, pero esta baja no se sostiene sin políticas públicas que logren mantener la atención en la sanción”, aseguró la presidenta de la Fundación Emilia, Carolina Figueroa.
Perfil de los imputados
Respecto a quiénes son los principales responsables de los siniestros viales asociados a la conducción en estado de ebriedad, según el estudio, son los hombres, quienes representan un 96% del total de accidentes mientras que las mujeres solo alcanzan un 4%.
Estos individuos se encuentran entre los 18 y los 30 años principalmente. Ante ello, la presidenta de la Fundación Emilia señaló que “este no es un dato menor, porque significa que las políticas públicas de sensibilización y difusión deben ir enfocadas a este rango etario" y agregó que "el mensaje a ellos no les ha llegado, no se ha traspasado esa frontera".
Cabe destacar que "la mayor cantidad de delitos en siniestralidad vial en general, es de 50 (años) para arriba" señaló Figueroa. En cuanto a las víctimas de accidentes viales a causa de conducción en estado de ebriedad, el 32% de ellas son mujeres y el 68% hombres.
A partir del estudio se concluye que la variable alcohol disminuyó como factor de accidentes viales. Según la Fundación Emilia, es porque "la gente ha disociado la conducción con el alcohol, porque tienen miedo de caer a la cárcel". Ya que, una de las penas que contempla la Ley Emilia, es efectivamente un año de prisión efectiva.