SANTIAGO.-
"Es un gesto de generosidad". De esta forma, el secretario general de la Conferencia Episcopal y administrador apostólico de Rancagua, monseñor
Fernando Ramos, valoró la decisión dada a conocer el sábado por el arzobispo de Santiago, cardenal
Ricardo Ezzati, quien finalmente optó por
no encabezar el Tedeum Ecuménico de Fiestas Patrias.
Según expresó hoy el obispo Ramos a T13 Radio, Ezzati se dio cuenta de la "polémica que se estaba suscitando en torno a la presencia de su persona" en la ceremonia "que conmemora la independencia de nuestro país".
Y es que, tal y como lo señaló el presbítero, la decisión del cardenal se da en medio de la tensión generada producto de que él liderara el Tedeum -tarea que le corresponde en su calidad de arzobispo de Santiago-, considerando que fue citado a declarar ante el Ministerio Público como imputado bajo el delito de encubrimiento.
Esto provocó que algunos parlamentarios, como la presidenta de la Cámara, Maya Fernández, hayan anunciado que no participarían de la instancia si es que esta era encabezada por Ezzati. Incluso, desde el Gobierno pusieron en duda la participación del Presidente, Sebastián Piñera, en el acto.
Ante esto, Ramos señaló que el cardenal "dio un paso al costado, desde ese punto de vista, lo valoro, porque efectivamente tiene un preocupación pastoral para resolver esta situación que se está produciendo".
Quien presidirá la ceremonia en reemplazo de Ezzati será el deán de la catedral de Santiago, el sacerdote Juan de la Cruz.
Respecto a los cuestionamientos que han surgido en contra de Ezzati por su calidad de imputado por presunto encubrimiento de abusos por parte de miembros eclesiásticos, Ramos sostuvo que "existe una confusión muy grande en muchos términos".
"Imputado significa que está siendo investigado por un hecho que puede haber una acusación o la fiscalía considera oportuno investigar, y esa es la condición del cardenal Ezzati. Pero en los medios aparece prácticamente como condenado. Es un cruce interpretativo poco serio en muchas personas que han opinado", recalcó el administrador apostólico de Rancagua.
Encuesta Cadem
La última encuesta Cadem, dada a conocer este lunes, reveló que el 76% de los consultados desaprueba la forma que ha tenido la Iglesia católica de desarrollar su labor en el país, y solo un 19% la apoya.
Además, el sondeo arrojó que un 83% considera que la Iglesia no es honesta ni transparente, un 73% que no es humilde y un 96% cree que la institución religiosa oculta o protege a sacerdotes acusados.
En cuanto a ello, Ramos reconoció que estos son "números muy malos", e indicó que "en los últimos meses hemos estado presentes en la opinión pública no por nuestros aspectos positivos, sino que por muchos aspectos negativos. Eso incide en la percepción que la opinión pública pueda tener de la Iglesia".
Por lo que recordó que en esa línea van "los compromisos que hemos tomado en la última asamblea (de la semana pasada). Es justamente ir trabajando con mayor profundidad para provocar una actitud de mayor transparencia, de ahí la importancia de lograr un acuerdo con la fiscalía y de publicar los procesos que se estén iniciando cuando puedan presuntamente haber menores involucrados".