SANTIAGO.- Dos días han pasado ya desde que
Mauricio Rojas presentó su renuncia como Ministro de las Culturas. Esto, tras la presión ejercida por el mundo cultural y la oposición por sus polémicos dichos sobre el Museo de la Memoria.
"Más que un museo (...) se trata de un montaje cuyo propósito, que sin duda logra, es impactar al espectador, dejarlo atónito, impedirle razonar (...) Es un uso desvergonzado y mentiroso de una tragedia nacional que a tantos nos tocó tan dura y directamente", fueron sus impresiones en el libro Diálogo de Conversos.
Y el tema sigue dando que hablar. Ahora es
Nicolás Ibáñez, presidente del directorio de la Fundación para el Progreso el que salió a respaldar al renunciado secretario de Estado.
"Si alguien conoce de atrocidades, luego de sufrir violaciones de derechos humanos en su propia familia, es él. Sus dichos fueron sacados de contexto, generando una polémica completamente artificial.
Obviamente el Museo de la Memoria ofrece una realidad dolorosa, pero también una visión sesgada de la historia", comenzó en su columna de este miércoles en El Mercurio.
Agregó que "
su salida es una señal clara de que la intolerancia dictatorial y los afanes hegemónicos aún persisten en Chile y se encuentran radicados en un área particularmente sensible, como es la cultura, y que tienen el poder para destruir la imagen de un gran hombre que ha tenido la honestidad y el coraje de abrir su mente. Y lo más delicado: esa fuerza intolerante que una vez destruyó nuestra democracia hoy es capaz de coartar a un gobierno legítimamente constituido que solo pretende restablecer las tradiciones republicanas y trabajar por los intereses superiores de la nación entera, tras los desafortunados intentos de imponer la retroexcavadora".
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