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Fotografías, llamadas y mensajes: Las evidencias clave que delataron a los presuntos homicidas del profesor

La esposa de Nibaldo Villegas y actual pareja de esta, fueron formalizados por los delitos de parricidio y homicidio calificado. Se les decretó prisión preventiva y se fijó un plazo de 120 días de investigación.

23 de Agosto de 2018 | 10:02 | Redactado por Tomás Molina J., Emol
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Agencia Uno
SANTIAGO.- Desde que el lunes se supo que el torso encontrado flotando a la altura del muelle Prat en Valparaíso pertenecía al profesor de computación desaparecido de Villa Alemana, Nibaldo Villegas (49), los siete hermanos de este y su entorno cercano dirigieron enseguida sus sospechas a una persona.

Se trataba de Johanna Hernández (32), esposa de Villegas, pero con quien ya no tenía una relación amorosa y mantenía un litigio por la custodia legal de la hija de ambos de 7 años. Ella y su actual pareja Francisco Silva (37) fueron formalizados ayer por el crimen.

A la primera se le acusó de parricidio y al segundo homicidio calificado. Además se les imputó el uso malicioso de una tarjeta de crédito que le sustrajeron a la víctima para robarle dinero desde su cuenta. Ambos se encuentran confesos por el crimen contra el profesor.

La mujer se expone a una pena de presidio perpetuo calificado, mientras que su pareja a cadena perpetua simple. Permanecerán en prisión preventiva en la cárcel de Valparaíso durante los 120 días que dure la investigación.

Según consignó El Mercurio de Valparaíso, la georreferenciación de los celulares de los imputados y la víctima, permitió determinar su posicionamiento en las horas que ocurrieron los hechos.

Llamadas, mensajes de WhatsApp e incluso una fotografía que tomó Hernández a su esposo asesinado sobre la cama del dormitorio, en su domicilio de Villa Alemana, fueron claves para fijar la participación de ambos en el hecho. Pese a que intentaron borrar la evidencia, la PDI lo impidió con varias pericias.

Antecedentes expuestos


Según los antecedentes que expuso el fiscal a cargo del caso, José Miguel Subiabre, ambos homicidas "actuaron de forma premeditada y concertada para convencer a la víctima a través de actos previos".

"Tales como encuentros amorosos de la imputada con el afectado, del cual el imputado Silva estaba al tanto, para que de esa manera concurriera hasta el domicilio de Villa Alemana. Aproximadamente a las 23.50 horas (del 10 de agosto), ambos imputados inmovilizan al afectado, asestándole golpes cortopunzantes en la zona torácica que afectaron su vitalidad, ocasionándole la muerte", agregó.

Y continuó: "Los imputados procuraron la desaparición del cuerpo, evitar su descubrimiento y ambos desmembraron el cuerpo de la víctima, esparciéndolo en diferentes lugares".

Tráfico de llamadas


Una vez identificado el cuerpo de la víctima y analizado el tráfico de llamadas de su teléfono celular, se pudo establecer la georreferenciación del aparato, los teléfonos que tuvieron comunicación con el afectado y los rangos de las antenas transmisoras.

Con esto, el tribunal otorgó al Ministerio Público la autorización judicial del tráfico de voz, de datos y el rango de las antenas de teléfonos que se comunicaron con la víctima.

De esta forma se determinó que "el viernes 10 de agosto, Johanna Hernández realiza contacto de índole amoroso con don Nibaldo, tendiente a recuperar el matrimonio que había terminado. Incluso ella comunica a amistades por vía WhatsApp que 'estaban súper buena onda y hasta remember había', mientras que en forma paralela mantenía una relación con Francisco Silva", relató Subiabre.

Traslado de restos


Tras ser asesinado en su hogar, el profesor fue descuartizado en la misma cama donde lo apuñalaron. Seguido de ello, sus restos fueron trasladados en un vehículo de Silva hasta el sector de Laguna Verde, donde los enterraron. Sin embargo, los homicidas ante el miedo de ser descubiertos, los desenterraron y arrojaron a una playa cercana a Las Docas.

Además, según el fiscal, intentaron quemar algunas partes, así como los utensilios y armas blancas que emplearon para ultimar y desmembrar a la víctima.

El persecutor resaltó dos circunstancias claves en la investigación: "La forma en que los imputados pueden acceder al domicilio de la víctima a través de un trabajo concertado para bajar la guardia de la víctima y permitir estos encuentros que se desencadenan el viernes 10 de agosto. Son acciones que comienzan en el mes de julio para poder lograr esta acción que culmina el 10 de agosto".

Respecto al móvil del crimen, Subiabre detalló que aún es materia de investigación, recalcando que hay manera de establecer una "forma concertada de actuar entre ambos imputado".
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