BUENOS AIRES.- La Corte Suprema de Justicia de Argentina confirmó hoy, por unanimidad, la extradición a Chile del mapuche Facundo Jones Huala, donde le juzgarán por los delitos de incendio y tenencia ilegal de arma de fuego, según informaron fuentes judiciales.
Los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, de forma conjunta, desestimaron los diferentes recursos presentados por la de defensa de Jones Huala en los que se oponían a la extradición.
El juez federal Gustavo Villanueva concedió el pasado marzo la extradición en medio de fuertes protestas a las puertas del juzgado de Bariloche por parte de manifestantes, que fueron reprimidas con gases y balas de goma por agentes policiales.
Los magistrados descartaron que la extradición fuera resultado de "delitos políticos".
El juez de Bariloche ya había destacado la falta de fundamentación y argumentación alegada por la defensa del líder mapuche.
Jones Huala, nacido en territorio argentino, es popularmente conocido por ser líder de la comunidad indígena mapuche de Cushamen, ubicada en la provincia sureña de Chubut, y está detenido desde el 27 de junio de 2017 a raíz del pedido de captura internacional que realizó Chile, donde se le acusa del incendio de un lugar habitado y la tenencia ilegal de armas.
La Corte Suprema argentina dispuso hoy que el tiempo de encarcelamiento en la cárcel argentina de Esquel (sur) y la prisión domiciliaria en la que está desde hace un mes se computen en Chile.
Tras su detención, miembros de Cushamen protestaron el 1 de agosto de 2017 en la zona, manifestación donde desapareció el joven de 28 años Santiago Maldonado.
La protesta fue desalojada por la Gendarmería Nacional, y el cadáver del artesano bonaerense apareció 78 días después en los márgenes del río Chubut.
Durante meses, la desaparición de Maldonado estuvo en primera línea de la actualidad, mientras la familia del joven y organismos humanitarios acusaban al cuerpo policial dependiente del Gobierno de haber hecho desaparecer al joven y de su muerte.
La autopsia oficial del Gobierno argentino a los restos de Maldonado determinó que murió ahogado, sin signos de violencia.