Moderno sistema a base de microalgas que son capaces de absorber los desechos contaminantes que esta industria emite, transformándolos en bio combustible y minimizando así las emisiones al medio ambiente.
Clean Energy ESB
SANTIAGO.- A raíz de la contaminación ambiental y emergencia que se activó en Quintero y Puchuncaví, por la supuesta responsabilidad de ENAP del episodio tóxico que provocó la intoxicación a más de un centenar de personas esta semana y que terminó con la suspensión de sus faenas, muchos se preguntarán qué se podrá hacer hoy para limpiar los gases contaminantes.
Es por esto que dos expertas medioambientales creen tener la respuesta. Andrea Irarrázaval investigó una posible solución para las personas y llegó a las algas. "Las microalgas en su proceso biológico-reproductivo, capturan el C02 o distintos gases que en este caso son gases de efecto invernadero y lo ocupan para hacer sus ciclos biológicos y fotosintetizan", aseguró. De esto nació Clean Energy ESB, donde Irarrázaval es fundadora.
A ella se suma
Marcela Ruiz, bióloga marina de la Universidad Austral de Chile, magister en Gestión Estratégica y Evaluación de Proyectos, gerente de Desarrollo de Clean Energy que critica la inacción del Gobierno y las empresas en materia de medio ambiente.
Con las microalgas, "estamos hablando de una solución ambiental real y en el país no se le ha dado tanta importancia como en otros lugares. En Chile nadie se hace cargo de estos problemas. La ley ambiental es súper blanda, (...) la norma es la mala porque es súper permisiva", indicó.
Es por esta falta de compromiso de los diferentes actores, que en Clean Energy están en conversaciones con distintas comisiones del Senado para presentar un proyecto de solución ambiental.
El proceso en que entran las microalgas funciona a base de CO2 y la luz y "la gracia que tienen es que capturan este CO2, o gases como el arsénico u otros duros para la salud humana y del ecosistema, y los saca del medio ambiente. Lo que hemos hecho es probar que esto funciona, y que en el fondo, es una solución ambiental", explicó Ruiz.
El sistema funciona con paneles verticales que están al aire libre, donde adentro están las algas nativas de los lugares donde se emplazan los proyectos, "porque la lógica es que si las microalgas resistieron todo ese ambiente contaminado, tienen esa tolerancia en el lugar", comentó.
La microalga además de ser una solución ambiental, es también energética porque "nosotros después cosechamos las algas de los paneles y con eso se puede hacer biodiesel, biogas, biofertilizantes con lo que queda, entonces es un círculo. También podemos saber cuánto CO2 entra, a qué concentración, cuáles son los gases por unos sensores, y luego sabemos cuánto recicló el alga, entonces hacemos un balance. Y esos balances lo hacen empresas externas certificada", detalló.
La empresa, liderada por un grupo de mujeres, es de origen chileno y ha obtenido un gran número de reconocimientos, como el de las Naciones Unidas. Se encuentra en 38 países, y en Chile funciona en una planta piloto dentro de una termoeléctrica en Ventanas. La tecnología está probada en la industria termoeléctrica y en la del cemento y se encuentran trabajando en nuevos proyectos que involucren el agua.