El fiscal sostuvo que la situación chilena no se aleja "de la realidad mundial, acá no son miles de abusados, pero hablar de más de 100 víctimas, es un número importante".
Álex Valdés, El Mercurio (archivo)
SANTIAGO.- El fiscal regional de O'Higgins, Emiliano Arias, se refirió esta noche a los avances de la investigación que dirige en contra de miembros de la Iglesia Católica chilena por abusos sexuales de menores, indicando que la incautación de documentos, producto de tres allanamientos a obispados, ha permitido no sólo identificar a víctimas, sino que también recopilar importantes antecedentes para las causas.
En ese sentido, señaló que a la fecha hay 56 causas abiertas con más de 100 víctimas y 60 imputados, pero que estas cifras podrían ir aumentando, ello porque de forma espontánea se han acercado más personas para hacer denuncias.
"Lo que hemos podido encontrar es que todas las víctimas son fieles católicos, eso marca el modus operandis, como el abuso de poder, abuso de consciencia y abuso sexual (...) La gran mayoría fueron abusados cuando eran menores de edad", detalló en el programa "El Informante" (TVN).
Sin embargo, durante la entrevista Arias hizo un llamado a no demonizar a los líderes de la Iglesia Católica antes de conocer el resultado de las indagatorias. "A la fecha no se ha encontrado participación de obispos abusadores o encubridores. De ser así, no quepa duda que ya habríamos solicitado una audiencia de formalización", señaló.
Respecto de la postergación de la cita a declarar como imputado del cardenal Ricardo Ezzati, por el eventual delito de encubrimiento por abusos sexuales, el persecutor aclaró que esto "obedece a la igualdad ante la ley", ya que fue solicitado por la defensa del religioso.
"(Esto) se debe entender por velar porque la defensa se ejerza adecuadamente y pueda analizar los antecedentes", sostuvo.
En cuanto al desarrollo de la investigación, Arias indicó que hay dos planos en los que se está trabajando: el abuso concreto, que ha afectado a fieles católicos menores de edad, y cómo se dio el abuso al interior de la organización. En ese sentido, enfatizó que la situación chilena no se aleja "de la realidad mundial, como en Irlanda; acá no son miles de abusados, pero hablar de más de 100 víctimas es un número importante".
Por ello cuestionó al sistema canónico de investigación porque, a pesar de existir, permitió que los abusos se mantuvieran en el tiempo.
"Hay un sistema de investigación canónica que trajo como consecuencia que los hechos no se hicieran presentes en la justicia civil y que esto se mantuviera", señaló, recordando, de paso, las responsabilidad que tenían los obispos, que son los líderes de sus congregaciones, al recibir las denuncias.
"Si se hubiesen hecho las denuncias a la justicia civil se habrían evitado otros hechos", dijo, recordando el caso del sacerdote Óscar Muñoz, quien se autodenunció por abusos. Si se hubieran tomado las medidas adecuadas en su momento, no habría cometido delitos por los que se lo acusa que ocurrieron supuestamente después de su autodenuncia.