SANTIAGO.- Desde antes de que su nombre fuera el elegido por el Presidente Sebastián Piñera, ya sonaba en las esferas de la Región de Valparaíso. Jorge Martínez, ex presidente de la Cámara Regional del Comercio y la Producción de Valparaíso, antiguo director ejecutivo del think thank local Fundación Piensa y ex miembro del directorio de Santiago Wanderers, era uno de los favoritos para convertirse en intendente.
Hoy, a casi seis meses de su estreno, los ojos están puestos sobre su gestión después de un complicado mes para su región. El primer golpe fue el asesinato y descuartizamiento del profesor Nibaldo Villegas en Villa Alemana, que estremeció a todo el país. El segundo, un episodio químico que intoxicó a más de 200 personas en las comunas de Quintero y Puchuncaví.
En ambos casos, el intendente estuvo ahí, aunque no exento de polémicas. La primera vino mientras se investigaba preliminarmente quiénes habrían cometido el asesinato. "Es un tipo de delito al que no estamos acostumbrados en nuestro país, ni en nuestra región, más bien corresponde a delitos que nosotros vemos en otros países", dijo.
Las críticas le llovieron, tildándolo de xenofóbico, por lo que Martínez tuvo que salir a precisar sus declaraciones. "No quiere decir, bajo ningún aspecto, que lo hayan realizado extranjeros o una banda de inmigrantes, como se intentó hacer creer irresponsablemente", añadió.
Días después, cuando explotó el conflicto en Quintero y Puchuncaví, volió a recibir críticas. "Ese polvillo amarillo que generó mucha alarma en estas comunas y en el resto de la región no es un elemento contaminante particulado, sino que se trata de polen", afirmó.
Aunque su tesis fue respaldada por la Seremi de Salud, los habitantes tomaron sus palabras como un acto de menosprecio a lo que vivían. Letreros que decían "Alto en polen", imitando la señalética de la ley de etiquetado, se hicieron visibles en las protestas.
El tercer acto vino el día en que notificó a Enap el cierre de sus faenas en Ventanas, debido a su presunta responsabilidad en el episodio tóxico. La empresa, que insiste en negarla, contrató una auditoría externa para "despejar dudas" y anunció acciones legales en caso de que se compruebe su inocencia. "Nos parece insuficiente basar toda la responsabilidad en una presunción", dijeron.
Entrar al mundo público
Se trata de un accidentado aterrizaje en la sede del Congreso Nacional, que además ha sido relevada por los planes del Presidente de remodelar Valparaíso. Se trata de una región, a juicio del consejero regional Manuel Millones (UDI), llena de "coyunturas".
"Su adaptación a lo público ha sido un proceso complejo", explica Millones. "Ha sido un buen ejecutor, ha ejercido buen liderazgo en sus roles ejecutivos, porque ha tenido una carrera ascendente. Pero todo su ámbito ha sido privado, y si bien eso también es difícil, la diferencia con el mundo público es que aquí te encuentras con una cantidad enorme de actores y de burocracia", añade.
Él no es quien instala a los seremis y gobernadores, y estoy seguro de que en ese caso tendría un gabinete mucho más ejecutivo, como lo fue en sus roles privados. Pero acá tiene que arrear en los bueyes que existen"
Manuel Millones
Por eso, dice, el liderazgo que ha demostrado en lo público y lo privado "no es el mismo". "Acá tiene otro tipo de tropiezos, dificultades, códigos. Antes él tenía subordinados y acá tiene pares. No es fácil liderar esta región", comenta.
Los problemas que tendrá que enfrentar durante su gestión los enumera de memoria: la sequía en Petorca, el problema portuario en San Antonio, el ambiental en Quintero y Puchuncaví, los asuntos de Rapa Nui y las agendas personales de los parlamentarios.
"Independiente de eso lo ha hecho bien hasta el minuto. La crítica que se le puede hacer, y que no tiene que ver necesariamente con él, es que le hace falta un gabinete de mayor peso. Él no es quien instala a los seremis y gobernadores, y estoy seguro de que en ese caso tendría un gabinete mucho más ejecutivo, como lo fue en sus roles privados. Pero acá tiene que arrear en los bueyes que existen", comenta.
De la UDI a RN
Millones conoce al intendente desde hace más de dos décadas, cuando fue el primer abogado asesor de la bancada de parlamentarios de la UDI, partido en el que entonces militaba, cuando el Congreso se reabrió tras el retorno a la democracia.
Con el tiempo y luego de una precandidatura a diputado truncada antes de llegar a la papeleta, Martínez renunció a la tienda y continuó su trabajo desde la independencia política. Pero cuando su nombre comenzó a sonar para ser intendente, y debido a que el equilibrio interno del oficialismo señalaba que el puesto debía ocuparlo un militante de RN, firmó por el partido algunos días antes de asumir su cargo.
"Él estuvo en el Congreso mucho tiempo, todavía tiene muy buenos amigos en la ex Nueva Mayoría. Nunca se caracterizó por politizar, siempre mantuvo los equilibrios y entendía que las instituciones tenían que funcionar con las personas más adecuadas y competentes. Es un tipo muy de diálogo, que ha consolidado ese estilo donde ha estado. ", cuenta.
"Ha tenido una modificación de su actuar. Antes estaba en una línea muy general, estaba con las comunidades y los grupos intermedios, pero ahora tiene una visión muy distinta que es la línea del Ejecutivo"
Nataly Campusano
Se trata de una característica que también le atribuye la consejera regional Nataly Campusano, militante del Movimiento Autonomista. Cuando Martínez era vicerrector de la Universidad Andrés Bello en Viña del Mar, debió enfrentar una toma del recinto por parte de la Federación de Estudiantes, que lideraba Campusano.
"Él es una persona dialogante y yo creo que es una de las cosas que se le destaca en diferentes lugares, así se le describe. La experiencia que yo tuve sin duda fue de controversia, porque teníamos visiones distintas de cómo entender la educación y cómo enfrentar el problema, pero él siempre estuvo abierto al diálogo", cuenta.
"Pero más que la conversación cotidiana, que uno la agradece, creo que lo que hoy necesita el gobierno regional es definir objetivos claros de planificación, una estrategia. Eso no lo hemos visto", manifiesta Campusano.
Como habitante de la región, Campusano reconoce que Martínez ha tendo un "recorrido en varias inciativas relevantes para la región", antes de convertirse en intendente. "Pero ha tenido una modificación de su actuar: antes estaba en una línea muy general, estaba con las comunidades y los grupos intermedios, pero ahora tiene una visión muy distinta que es la línea del Ejecutivo", asegura.
A su juicio, existe una "carencia de comunicación con los órganos con los que tiene que tener mayor relación", como el Consejo Regional.
Con miras a la elección
Para el senador Francisco Chahuán (RN), la contingencia ha permitido ver a un intendente "completamente desplegado". "Es dedicado, preocupado, está en terreno, trabajando. Tenemos a un intendente que ha estado empoderado y formando equipos", señala a Emol.
"Estamos trabajando mancomunadamente, todas las semanas tenemos un comité político donde conversamos respecto de las temáticas nacionales, y un buen equipo de trabajo", añade el parlamentario.
Eso sí, aclara que se trata de una región extensa, donde todavía debe trabajar en "aumentar su nivel de conocimiento". Es otra de las tareas que Manuel Millones identifica, debido a una aspiración que el propio intendente ha manifestado en el pasado, incluso escribiendo columnas de opinión para diarios locales: la de ser elegido por voto popular.
En diciembre de 2016, publicó una en El Mercurio de Valparaíso titulada "La ingenua ilusión de la elección de intendentes", donde expresaba su sentir tras la aprobación en el Congreso de la elección directa de gobernadores regionales.
"En la 'colusión del poder de Santiago', los coludidos han dado un golpe maestro. Incluso han convencido a varios regionalistas de que elegir intendentes democráticamente en regiones sin tener claras sus atribuciones es 'letra muerta'. Craso error", exponía.
"Es evidente que elegirlos con atribuciones y recursos propios es el mejor escenario, pero el peor de ellos es no elegirlos y postergar el proceso indefinidamente 'a su sola voluntad', que conocemos sobradamente desde hace 200 años cuál es: no desprenderse ni una gota de poder", continuaba.
"Para ser candidato tiene que irse el 2019", concluye Millones. "Tiene que hacerlo todo —desplegarse en la región, abogar por los diversos problemas del territorio y ser exitoso— en menos de dos años".
