SANTIAGO.- Durante la noche del miércoles, la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) hizo público los resultados de dos estudios encargados a organismos externos, que descartaron su responsabilidad en la nube tóxica que afectó a los habitantes de Quintero y Puchuncaví, versión que contrasta nuevamente con la del Gobierno, que en reiteradas ocasiones ha apuntado a la estatal como la responsable de las intoxicaciones que se registraron en ambas comunas.
"El día de hoy hemos recibido los resultados del último de los estudios realizados, los que indican claramente que en nuestras instalaciones en Quintero no hay presencia de Nitrobenceno, Isobutano ni Metilcloroformo en ninguna de las muestras analizadas (...) estos resultados confirman lo que habíamos señalado", indicó la empresa en un comunicado.
Sin embargo, tan sólo un día antes de la publicación de esos informes, que fueron realizados por la empresa Algoritmos, Entidad Técnica de Fiscalización Ambiental (ETFA) y el Centro de Tecnologías Ambientales (CETAM), perteneciente a la Universidad Técnica Federico Santa María, el
Ministerio del Medio Ambiente insistió en que si bien, son cinco las empresas que emiten en su operación regular hidrocarburos,
"los niveles más altos" se han registrado en la planta de Enap.
Ahora bien, esta no es la primera vez que Enap niega ser la responsable de las intoxicaciones que afectaron a la comunidad.
En primera instancia, tras el Comité Operaciones de Emergencia (COE) que se reunió en Quintero a raíz del episodio de contaminación registrado el 23 de agosto, tanto el intendente, Jorge Martínez, como la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, apuntaron a la planta de Enap como el origen de las emanaciones, decretando de forma inmediata "el cese de las faenas de limpieza de Enap en los estanques y el retiro de los residuos oleosos que se encuentran presentes en el sector piscina riles".
Previo a eso, la empresa informó a través de un comunicado que "de acuerdo a los antecedentes recabados, descartamos relación con el episodio sucedido el día de hoy, 23 de agosto", agregando que "nuestras instalaciones no tienen la altura suficiente, ni cuentan con fuentes de emisiones constantes cuya concentración sea capaz de atravesar la bahía, llegar al centro de la ciudad y causar los efectos registrados en la comunidad".
Sin embargo, el intendente detalló que no se descartaba la posibilidad de que la estatal fuera también la responsable de la primera emergencia.
En la ocasión, la compañía se refirió a la suspensión de sus labores y afirmó que "todas las investigaciones que hemos realizado muestran que Enap no es responsable de estos lamentables sucesos. Complementario a lo anterior, continuaremos con las indagaciones necesarias para despejar cualquier duda al respecto".
"Los tres compuestos que habrían afectado a la comunidad (isobutano, nitrobenceno y metilcloroformo) no se almacenan, producen o se utilizan en las instalaciones de Enap en Quintero", manifestó la petrolera, a lo que días después agregó una declaración pública en la que cuestionó las declaraciones del Ejecutivo.
"Nos parece insuficiente basar toda la responsabilidad de los eventos ocurridos en Quintero en una presunción respecto de un proceso de limpieza de algunos estanques en el Terminal Marítimo", comentaron.
Lo anterior fue abordado en el comité político del pasado lunes en La Moneda y el oficialismo respaldó el actuar de la ministra del Medio Ambiente. En la ocasión, el presidente de Evópoli, Hernán Larraín Matte; la timonel de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe; el senador RN Andrés Allamand; y el el líder del PRI Demócrata, Eduardo Salas, valoraron el trabajo del Gobierno ante la emergencia.
Por su parte, durante la jornada de este miércoles, la Municipalidad de Quintero se sumó al Ejecutivo y presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones en contra de la empresa estatal, responsabilizándola de la crisis ambiental que afecta a esa comuna y a Puchuncaví.
La acción judicial, presentada por
alcalde de Quintero, Isaac Carrasco, se basa en lo señalado por la cartera del Medio Ambiente. "Las distintas mediciones llevadas a cabo por las distintas entidades fiscalizadoras, especialmente la Superintendencia de Medio Ambiente, han permitido determinar que los gases tóxicos habrían sido emanados desde la piscina de riles que mantiene la empresa Enap, hasta donde habrían vaciado ciertos compuestos que se estaban utilizando en labores de mantención y limpieza de sus estanques", indica el recurso que agrega que la empresa no contaba con la autorización para ellos.