SANTIAGO.- Un comunicado revelado este jueves por el Arzobispado de Santiago dio cuenta de una nueva investigación por presuntos abusos en contra de un clérigo chileno. Se trata del sacerdote Diego Ossa, discípulo del ex párroco de El Bosque
y que incluso fue parte de la defensa de este último cuando su caso salió a la luz el año 2010.
Dos son las nuevas denuncias por abuso sexual y de poder que pesan sobre Ossa, hechos que habrían ocurrido antes del 2005, cuando una de las presuntas víctimas era menor de edad. Sin embargo, esta no es la primera vez que el presbítero se ve envuelto en este tipo de imputaciones.
De hecho, sumado a las acusaciones descritas, la arquidiócesis capitalina reabrirá -a petición de la presunta víctima, Óscar Osbén- una investigación en contra de Ossa por un caso de abusos que se remonta al año 2003.
En 2014 el sacerdote fue sancionado con una amonestación por la Congregación para la Doctrina de la Fe. No se pudo comprobar la existencia del delito, pero sí quedó la "sospecha" de que pudo haberse consumado.
Así, el suspendido vicario de la parroquia Nuestra Señora de la Paz en Ñuñoa, quien ha negado haber cometido todos los hechos por los que se le acusa, entró a formar parte del grupo de cuatro presbíteros nacionales a los que la Iglesia ha decidido reabrir casos por abusos durante agosto.
Cristián Precht
Uno de ellos es el caso del ex vicario de la Solidaridad, Cristián Precht, quien en diciembre del año pasado terminó de cumplir la pena dictada en su contra por el arzobispo Ezzati, quien le decretó la prohibición absoluta de que el religioso ejerciera el ministerio sacerdotal durante 5 años.
Esto, luego de que la Congregación para la Doctrina de la Fe estableciera la existencia de "conductas abusivas contra menores" por parte de Precht.
Una vez cumplido su período de castigo, el pasado 7 de agosto, Ezzati envió al Vaticano los resultados de una nueva investigación previa en contra del sacerdote, ahora referentes a eventuales abusos contra menores relacionados a la Congregación de los Hermanos Maristas.
"Puede haber casos que están zanjados y de repente se reabren porque hay nuevas denuncias sobre una misma persona, como el caso de Precht.
Marcial Sánchez
A Precht -quien desmiente todas las acusaciones- se le impusieron medidas cautelares que no le permiten realizar actos públicos como sacerdote y se le ordenó residir en Santiago.
Por esta última, Luciano Fouillioux, abogado del religioso, interpuso un recurso de amparo en la Corte de Apelaciones acusando la "vulneración de derechos" en contra de su representado por parte del Arzobispado. La acción judicial fue ayer rechazada por el tribunal.
Carlos Morales
Similar es la situación del sacerdote de Valparaíso Carlos Morales. El 16 de agosto de este año el obispado de la zona informó que ese mismo día se inició una investigación previa contra el presbítero, por un presunto abuso sexual a un menor ocurrido el año 1986.
A Morales le fueron impuestas las medidas cautelares de la suspensión del ejercicio sacerdotal y la orden de residir en Valparaíso.
6 sacerdotes han vuelto a ser investigados desde la segunda visita de los enviados papales
El año 2011, el sacerdote ya había enfrentado a la justicia canónica cuando fue denunciado por un caso de abuso sexual que aconteció en 1976. Tras la investigación de la Santa Sede, se dictaminó lo siguiente: "Si bien (los hechos) son graves, no configuran el delito sexual de menores". Cinco años de suspensión del ministerio, a partir de agosto del 2012, fue el castigo ya cumplido por el religioso.
Pablo Park
Hace 7 años, una denuncia por abuso sexual de menores fue acogida por la Sociedad Misionera de San Columbano en contra del presbítero Pablo Park. La investigación previa en ese entonces realizada por la misma sociedad no acreditó la veracidad de los supuestos hechos.
Pese a ello, el organismo aludido recibió en abril de este año nuevos antecedentes del mismo caso en contra de Park, los que incluían acusaciones por abusos de poder. Con esto se instruyó una nueva indagación previa, la cual concluyó el 3 de agosto. Ahora sí se decretó la legitimidad de la denuncia, por lo que la información fue despachada a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Durante el tiempo en que el Vaticano cumpla su labor para dictaminar si Park es culpable o no por las imputaciones, el sacerdote se encuentra suspendido del ministerio, cautelar que se suma a la prohibición de contacto con menores y jóvenes.
"Es muy probable que se sigan reabriendo casos o que se abran investigaciones sobre hecho prescritos o relativos a sacerdotes que ya fallecieron, porque estamos entrando en una etapa donde nos interesa documentar la verdad de los acontecimientos de la última década".
Claudia Leal
Con anterioridad y según las publicaciones que ha hecho la Iglesia católica después de la segunda visita de los enviados especiales del Papa Francisco a Chile, el obispo de Malta
Charles Scicluna y el sacerdote español
Jordi Bertomeu, hay otros dos casos de sacerdotes que han sido investigados nuevamente.
Se trata de los presbíteros Renato Toro (Chillán) y Hernán Enríquez (Concepción). El primero ya había cumplido una condena por abusos contra menores y ahora podría recibir una segunda sentencia canónica por un caso similar. En tanto, Enríquez fue denunciado por lo mismo el año 2009, acusaciones que fueron desestimadas por la autoridad competente. Hoy, sin embargo, la causa se encuentra reabierta. Ambos se encuentran suspendidos de sus actividades ministeriales.
Las razones detrás de las reaperturas
Para el doctor en historia de la PUCV y especialista en la Iglesia católica, Marcial Sánchez, la reapertura de casos de sacerdotes ya investigados tiene directa relación con los cambios gatillados por las visitas de los enviados especiales del Papa. Y es que, a su juicio, éstas motivaron a que llegaran nuevas denuncias.
"Puede haber casos que están zanjados y de repente se reabren porque hay nuevas denuncias sobre una misma persona, como el caso de Precht", agregó.
Junto con ello, Sánchez también recalcó que existe "una predisposición de la Iglesia a nivel internacional -y en Chile- de querer transparentar la verdad. Los obispos chilenos están en un contexto de mirada a nivel mundial de lo que se hace, por lo tanto, los que se están dando cuenta de la profundidad que se está viviendo, no van a mellar encubrir a nadie. Esto está cambiando, esto cambió".
Además de lo expuesto por Sánchez, la teóloga de la Universidad Católica Claudia Leal afirma que con este tipo de reacciones por parte de la Iglesia "implícitamente se está reconociendo que en la investigaciones previas hay defectos de forma relativamente graves, que ameritan reabrir el caso".
"También hay que tener presente que el escenario de los últimos meses ha dado a muchas personas la valentía y la fortaleza para contar sus experiencias de abuso", añadió la experta.
Asimismo, Leal coincidió con Sánchez en el sentido de que "todas estas reaperturas de casos son consecuencia directa de la misión que cumplieron en Chile los enviados especiales del Papa", por lo que enfatizó en que no son iniciativas "por expresa convicción de la Iglesia chilena, son consecuencias de los antecedentes nuevos que surgieron con la venida de estos curas del Vaticano".
"Por último, es muy probable que se sigan reabriendo casos o que se abran investigaciones sobre hecho prescritos o relativos a sacerdotes que ya fallecieron, porque estamos entrando en una etapa donde nos interesa documentar la verdad de los acontecimientos de la última década".
