Debido a las náuseas, vómitos y síntomas de desvanecimiento, alrededor de 50 estudiantes y dos profesores debieron ser evacuados de tres colegios de Quintero. Las causas de la contaminación hasta ese momento aún no estaban determinadas, tras lo cual la seremi de Educación de Valparaíso decretó la suspensión de clases desde el miércoles 22 de agosto.
El Presidente Sebastián Piñera se refirió por vez primera sobre la emergencia ambiental, indicando que "probablemente sea óxido de azufre particulado". Por otra parte, el Ministerio de Medio Ambiente envió hacia Puchuncaví un equipo que identifica 120 gases diferentes, que les permitiría crear "un sistema de monitoreo distinto, adicional e independiente".
Hasta ese momento, 109 eran las personas que tuvieron que ser atendidas en centros hospitalarios. En ese contexto, se inició la operación de un puesto médico de campaña. Por otra parte, las autoridades declararon alerta amarilla en la zona y las clases siguieron suspendidas.
Estudiantes se movilizaron por primera vez a raíz de la crisis ambiental, para exigir soluciones y pedir el fin de sus comunas como "zonas de sacrificio". Pancartas, silbatos y mascarillas caracterizaron la movilización de los alumnos.
Los trabajadores de Gasmar (importador de gas licuado) y Oxiquim (comercializador y distribuidor de productos químicos) se sumaron a las 133 personas que hasta el día de jueves 23 habían sido atendidas por síntomas de intoxicación. En ese contexto, la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, ordenó la paralización de fuentes contaminantes y, al igual que el intendente de la Región de Valparaíso, Jorge Martínez, apuntó a Enap como la responsable de los episodios de contaminación, notificando la suspensión de sus faenas.
En tanto, desde intendencia manifestaron que las clases seguirían suspendidas hasta que se baje la alerta amarilla.
El cuarto Comité de Operaciones de Emergencias (COE) informó que la crisis ambiental habría dejado 301 personas intoxicadas a la fecha, dos de ellas estando hospitalizadas sin riesgo vital. Además anunció la continuidad de la alerta amarilla, por ende la suspensión de clases en establecimientos municipales y particulares subvencionados. Asimismo, se llevó a cabo una masiva protesta liderada por los centros de alumnos de Quintero y Puchuncaví, quienes se trasladaron desde el borde costero hasta el sector industrial, con motivo de manifestar su descontento y preocupación. Un día después, el Presidente Piñera visita la comuna y se reúne con vecinos. En las calles de la ciudad de producen protestas por la presencia del Mandatario.
El municipio presentó ante la Corte de Apelaciones un recurso de protección contra Enap. El alcalde Mauricio Carrasco responsabilizó a la estatal de los episodios de intoxicación. En tanto, durante la jornada la Empresa Nacional del Petróleo publicó un estudio que descartó la presencia de componentes tóxicos en sus instalaciones, reafirmando su posición de no estar vinculada al hecho.
Mediante un Cabildo Abierto, vecinos de la comuna desarrollaron un petitorio que sería entregado al Comité Operativo de Emergencias y que incluía la solicitud de cerrar industrias, reforestar e implementar una zona franca o subsidio para los 43 mil habitantes de la zona y endurecer las normas de control para el dióxido azufre, material particulado y arsénico.
Según informa el intendente Jorge Martínez, habrían pasado al menos 48 horas sin contaminación, asegurando que por momentos esta era nula. Con lo anterior, el jefe regional confirmó el término de la alerta amarilla debido a la disminución de los casos de intoxicación, indicando que las clases se retomarían el martes 4 de septiembre. Según la Dirección Regional de la Onemi en Valparaíso, 408 serían los afectados que habría dejado la contaminación.
Esta vez, no solo en su mayoría estudiantes, sino que vecinos de todas las edades anunciaron la radicalización de las protestas tras el fin de la alerta amarilla.
Luego del levantamiento de la alerta amarilla, la seremi de Educación de Valparaíso, Patricia Colarte, visitó los colegios que reingresaron a clases. Según autoridades, cerca de 9.800 estudiantes volvieron a retomar las actividades escolares.
La vuelta a clases no alcanza a durar un día, ya que ayer, a horas de reabrirse los colegios, estudiantes y niños presentan nuevos síntomas de intoxicación y son derivados a hospitales. Los afectados llegan a 100, y cinco de ellos deben quedar hospitalizados. Se vuelven a suspender las clases y se reactiva la alerta amarilla.
Las autoridades confirman que hubo un nuevo episodio de intoxicación, pero que no fue detectado por sistemas de monitoreo. El Gobierno anuncia que se sancionará a las empresas, "caiga quien caiga", en palabras de la ministra Schmidt.