SANTIAGO.- Tras dos meses de juicio, el 6° Tribunal Oral en lo Penal de Santiago comunicó la sentencia de los dos jóvenes hallados culpables de dos bombazos ocurridos en las comunas de San Miguel y San Bernardo a fines de 2015.
Se trata de Joaquín García (25) y Kevin Garrido (21), sentenciados a cumplir la pena de 13 y 17 años de presidio, respectivamente, por los delitos de porte de arma y colocación te artefacto explosivo.
El primero de los incidentes ocurrió el 29 de octubre de 2015, cuando ambos condenados instalaron una bomba en de la 12° comisaría de Carabineros ubicada en San Miguel. Menos de un mes después, el 19 de noviembre, Garrido en solitario colocó otro artefacto explosivo en la Escuela de Gendarmería en San Bernardo.
Garrido fue detenido en dicho lugar, encontrándose entre sus pertenencias un cuchillo. Además, tras un allanamiento en su domicilio, la policía uniformada encontró más de 600 gramos de pólvora. En tanto, García fue aprehendido en septiembre de 2016 en Tirúa, portando un arma calibre 22 y municiones.
Ante la sentencia, el fiscal regional metropolitano Sur, Raúl Guzmán, aseguró que "estas penas, sin duda, dan cuenta de la gravedad de los hechos por los cuales fueron acusados (...) son delitos que afectan a la sociedad en conjunto y estas penas sin duda son ejemplares en orden que tienen el carácter de sancionar este hecho grave respecto de los autores, pero también el efecto disuasivo para que estos hechos no se vuelvan a repetir en nuestra sociedad".
En su acusación, el Ministerio Público había solicitado una pena de 29 años para Garrido, y 16 para García, lo cual finalmente no fue acogido.
"Acá hubo una investigación bastante acuciosa y seria, que se prolongó por aproximadamente dos años. En ese contexto, se lograron recabar antecedentes suficientes para identificar a los autores de estos hechos y para establecer la gravedad de este tipo de actos y su afectación a la convivencia", concluyó el persecutor.
Ambos condenados estaban siendo investigados por la policía en 2015 por distintas acciones violentas. Durante su detención en la Cárcel de Alta Seguridad, García agredió en marzo de 2016 al ex agente de la CNI Álvaro Corbalán.
