SANTIAGO.- "Nadie habla de Nicaragua o de Venezuela en términos sustantivos. Es tan vacía la conversación, que impresiona.
Y una fuerza política no puede estar metida en una conversación tan insustancial. Lo peor de todo es que si nos preocupa que en algún lugar estén matando a alguien, no estamos haciendo nada para que eso deje de suceder".
Así analiza el momento actual que atraviesa el Frente Amplio uno de sus ideólogos, el director del Departamento de Sociología de la U. de Chile, Carlos Ruiz. El académico preside, además, la Fundación Nodo XXI, el centro de estudios ligado a la Izquierda Autónoma.
Y es que se trata de un momento crucial, donde las diferentes posturas en torno a Derechos Humanos han enfrentado a los parlamentarios del bloque, sumado a las renuncias de Vlado Mirosevic y Pamela Jiles a las comisiones que presidían, y a la incendiaria carta de Alberto Mayol contra Gabriel Boric, donde lo llamó "ácido bórico".
"El Frente Amplio no ha sido capaz de construir una dirección. Vengo llegando de Montevideo, donde estuve con el Frente Amplio uruguayo, y es interesantísimo cómo han tenido que gestar una dirección en una entidad compleja, manteniendo la heterogeneidad y las diferencias legítimas", cuenta el sociólogo en entrevista con Diario Financiero.
"En Chile, en cambio, estamos jugando a los vetos. Lo de 'DD.HH. sí, DD.HH. no' es una caricatura que se ha construido en el propio Frente Amplio, porque en el Frente Amplio hay mucha necesidad de figuración y ansiedad por hacer carrera", añade.
Una "izquierda naftalínica"
Ruiz aclara que no se refiere puntualmente a Gabriel Boric. "Él lo plantea con los recursos que tiene, pero más allá de un individuo, porque cualquiera puede decir cualquier cosa: el problema es que la fuerza completa se empieza a consumir en un 'yes or not'. Eso es insano, cuando el fondo sigue sin elaborarse y es el espacio donde el Frente Amplio podría pegar los grandes saltos respecto a una izquierda conservadora", asegura.
Dice que reconoce la existencia de una "izquierda naftalínica" dentro del bloque. "No soy quién para decir con el dedo quién debe estar y quién no debe estar. Pero existen algunas esferas oportunistas que se colgaron del FA para sobrevivir, porque no tienen ya de dónde más colgarse", comenta.
"Existen algunas esferas oportunistas que se colgaron del FA para sobrevivir, porque no tienen ya de dónde más colgarse. Cada vez son más vetustas. Hay algunos latinoamericanólogos que desde antes de que naciera el FA viven de los viajecitos para afuera"
Carlos Ruiz
"Cada vez son más vetustas. Hay algunos latinoamericanólogos que desde antes de que naciera el FA viven de los viajecitos para afuera. Hay una cierta burocracia antigua de izquierda que se movía en América Latina que es parasitaria y eso tiene su reproducción en Chile. Lamento que algunas de esas viejas fuerzas se hayan anclado en el FA", añade.
Aunque no entrega nombres, porque asegura que se trata de personas "artificialmente infladas", menciona que Alberto Mayol "vive de estas situaciones". "No tiene ninguna posibilidad de colgarse de otro tipo de cuestiones que no sean de esto. Tratar de desquiciar más lo que ya viene con déficit de desquicio", expresa.
También plantea que el FA no habría "superado" las lógicas de los movimientos sociales, que son distintas a las de la política institucional. "Seguimos usando el micrófono parlamentario como si fuera un megáfono. Son papeles distintos, y tiene que haber una dirección política que no puede estar manejada por caudillos parlamentarios o alcaldicios que quieran pasar por encima de la institucionalidad del FA", dice.
