SANTIAGO.- "Estoy citada porque fui estafada por el señor Rafael Garay". Esas fueron las primeras palabras que dijo Marlene de la Fuente ante el 2° Tribunal Oral en lo Penal de Santiago tras ser requerida en calidad de testigo en el caso que tiene al ingeniero indagado por estafas que bordean los $1.300 millones.
En la sala, señaló haber conocido personalmente a Garay en 2013, luego que este llegó a su domicilio junto a su esposo, el periodista y conductor Iván Núñez, para practicar un deporte.
En aquella oportunidad, declaró, el acusado era conocido como una "persona mediática". "Para mí era una persona completamente honesta, un caballero, honrado, eso es lo que yo sentí de él".
A partir de esta impresión, la amistad con su marido y las reiteradas peticiones realizadas por el mismo Garay, señaló de la Fuente, le entregó el 15 de mayo de 2015 un cheque con $76 millones, los cuales partió ahorrando desde los 15 años.
"Rafael varias veces me dijo en mi casa que podía invertir mi dinero. Él me ofrecía ser asesor financiero, me ofrecía poner mi dinero en dólares y oro", declaró, agregando que el ingeniero incluso le pedía manejar el dinero de su hermana.
Y continuó: "Le dije que me moría si le pasaba algo a ese dinero. Me miró a la cara y dijo no me preocupara (...) Me costó mucho entregarle esa plata, porque la llevaba ahorrando muchos años".
Paralelamente, de la Fuente buscó en internet el nombre de Garay encontrando una noticia que decía que el formalizado había estado borracho, lo que le causó extrañeza.
"Rafael hace un traje a la medida para cada una de las víctimas. En caso mío él no tomaba, no fumaba, tomaba agua sin gas. Era un hombre solitario, que tenía mala suerte en todo, y yo en ese momento le dije 'Rafael te voy a entregar este dinero y por favor me lo vas a cuidar' (...) En el fondo era amigo de mi marido, había entrado a mi casa, había vulnerado mi hogar".
De acuerdo a la periodista, Garay iba tres veces a la semana a entrenar con su esposo, a eso de las 8 de la mañana. En ninguna oportunidad advirtió un indicio que diera cuenta del alcoholismo que Garay sostiene haber tenido en la época.
"Nunca le encontré un olor a alcohol, jamás le vi los ojos rojos, jamás vi nada que me hiciera notar que este señor tenía otra forma vida".
" Clientes más cercanos"
De acuerdo a de la Fuente, el dinero solo podía ser retirado un año después de firmar el contrato con Garay. Cerca de esa fecha, y tras varios intentos previos, se enteró que el formalizado padecía un cáncer terminal, el cual finalmente era falso.
Así, el ingeniero le entregó distintos días de pago, los cuales nunca cumplió: "Ahí viene lo más grave, que el acusado abusó de la confianza, completamente abusó de la confianza, no tuvo ninguna piedad de la familia", añadió
"Le dije que me moría si le pasaba algo a ese dinero. Me miró a la cara y dijo no me preocupara. Me costó mucho entregarle esa plata, porque la llevaba ahorrando muchos años"
Marlene de la Fuente
En esa línea, agregó: "Yo recuerdo que lo llamaba mi marido, se preocupaba, yo le decía que había que preocuparse porque (Garay) estaba solo. Le llevaba la comida a su departamento y ni siquiera pedía solo para él, sino para varias personas".
Posteriormente, Garay envió un correo electrónico -mostrado en audiencia-, en el cual aseguraba que había entregado la mayoría de las inversiones, pero que ella estaba dentro de sus "clientes más cercanos", por lo que demoraría un poco en devolver el dinero inicial, sumado a las supuestas ganancias. En su caso, $98 millones.
De esta forma, de la Fuente enumeró una serie de episodios con Garay, los cuales tildó como "verdaderamente escalofriantes".
Señaló que lo llamaba casi día por medio pidiendo su dinero y que en todas las ocasiones el ingeniero se quejaba de los dolores que sentía producto de la enfermedad. Así también, entre llantos, le decía que estaba perdiendo su memoria y no recordaba quiénes eran sus padres. Ya en una de las conversaciones, señaló, Garay alzó la voz y le cuestionó "¿Cómo no te das cuenta que tengo cáncer?, que cómo se me ocurría cobrarle".
"Él se estaba burlando. No tiene sentimientos y así muchas cosas más. Esto era una tortura porque cada vez que hablaba, estaba muriendo, enfermo, vomitando, parapléjico. Era una tortura porque lo único que querías era ayudarlo".
"Él se estaba burlando. No tiene sentimientos y así muchas cosas más. Esto era una tortura porque cada vez que hablaba, estaba muriendo, enfermo, vomitando, parapléjico. Era una tortura porque lo único que querías era ayudarlo"
Marlene de la Fuente
En otra oportunidad, indicó que Garay llamó desde el extranjero a su marido a eso de las 4 de la mañana. Durante la conversación el ingeniero aseguró estar en una clínica en Francia y que ya estaba muriendo; así también se escuchaban mujeres hablando y sonidos de máquinas. Sin embargo, la periodista sostuvo que todo fue un montaje y que probablemente el indagado estaba en Tailandia utilizando un teléfono para imitar los sonidos del hospital.
Después de estallado el caso, aseguró, una apoderada del colegio de sus hijos se le acercó para decirle que Garay le había devuelto sus inversiones luego de amenazarlo con una demanda. "Me dijo que Rafael la visitó con una mujer vestida de enfermera y que él estaba cojeando. O sea él le pagó a alguien para que se disfrazara de enfermera".
"Me di cuenta que tenía una obsesión con la familia Nuñez de la Fuente. Cuando me junté con la PDI me di cuenta que tenía no una sola corbata de mi marido, sino que varias, y también varios ternos en su departamento".
