SANTIAGO.- Una cumbre para analizar la
prevención del abuso sexual de parte de clérigos y la protección de niños. Esa fue la invitación que extendió el
Papa Francisco a todas las conferencias episcopales del mundo, producto de la crisis que está sufriendo la Iglesia católica.
La inédita cita, que se desarrollará entre el 21 y 24 de febrero, surge tras la última reunión del Pontífice junto a su equipo asesor (C-9) que comenzó el lunes pasado y se extendió hasta el miércoles.
Según canonistas y expertos en la Iglesia católica consultados por Emol, el objetivo de la convocatoria es obtener información de lo que está sucediendo "desde las bases" de las jerarquías eclesiales, y así acelerar los pasos que está dando Francisco para llevar a efecto su reforma a la Iglesia.
La invitación papal está dirigida a los presidentes de cada Conferencia Episcopal. Por lo que, en el caso de Chile, el representante sería al presidente del episcopado y obispo castrense, Santiago Silva.
Sin embargo, una investigación en su contra por eventual encubrimiento, causa que lleva adelante el fiscal Emiliano Arias, quien allanó las dependencias del obispado castrense, podría truncar su embarque a Roma.
Incluso hay quienes aseguran que no sería "bien visto" que sea él quien vaya. Es el caso del doctor en historia y especialista en Iglesia católica Marcial Sánchez.
¿Debiese ir el obispo Silva?
Si bien el experto recordó que Silva, al igual que todos los obispos del país, presentó a Francisco su renuncia -podría ser aceptada antes de que se lleve a cabo la cita, por lo que su presencia no estaría garantizada-, afirmó que "si la reunión fuera hoy, claro que se ve muy mal que una persona que está dentro de una situación compleja vaya a ese tipo de reuniones que son tan importantes, y más aún si es un encuentro en donde se va a hablar de los abusos sexuales".
"No sería bien visto, creo que no correspondería" que el obispo castrense vaya en representación de la Iglesia nacional, insistió.
"Si la reunión fuera hoy, claro que se ve muy mal que vaya una persona que está dentro de una situación compleja a ese tipo de reuniones, más aún si es un encuentro en donde se va a hablar de los abusos sexuales"
Marcial Sánchez
Por su parte, la teóloga de la Universidad Católica,
Claudia Leal, deslizó que sería "razonable", dada su posición judicial, que Silva decida dar un paso al costado y restarse del encuentro en febrero.
"Los sacerdotes en general cuando son investigados suspenden el ejercicio de sus funciones sacerdotales, es lógico que un obispo también lo haga. Sería un gesto coherente y valioso", comentó.
Mientras que el canonista y vocero de la Fundación Voces Católica, Alejandro Álvarez, pese a admitir que Silva se encuentra en una posición "compleja", aseguró que "mientras no tenga una medida cautelar de arraigo o alguna otra restricción, no tendría ningún problema en asistir. Para todos los efectos, él está plenamente vigente".
"Como presidente de la Conferencia Episcopal es él quien ha sido elegido por sus pares y, mientras el Papa no acepte las renuncias, difícilmente cambiaría esa posición", enfatizó.
Posibles reemplazantes
Para Sánchez, en caso de que Silva se baje de la cita, quien en principio debiese reemplazarlo sería -dada su posición jerárquica- el secretario de la Conferencia Episcopal, Fernando Ramos. Además lo calificó como un buen candidato por el hecho de "estar confirmado por el Papa como administrador apostólico" de Rancagua.
Otra opción, añadió, sería que los obispos chilenos elijan entre ellos a un representante. En ese escenario, doctor en historia indicó que las opciones se limitarían a los cinco prelados que fueron ratificados por Francisco para reemplazar las diócesis vacantes, producto las renuncias que hasta el momento han sido aceptadas por el Pontífice.
"Ahí hay un obispo que en los personal lo colocaron en un lugar muy complejo y estratégico, que es monseñor Jorge Concha en Osorno. Él es un nombre importante dentro de lo que hoy está sucediendo en nuestro país. Ahí tienes a una persona que perfectamente puede representarnos", recalcó.
"El obispo que vaya a esta reunión debe ser capaz de transmitir lo que está sucediendo en Chile a nivel de los movimientos laicales, a nivel del diálogo, o no diálogo, entre la justicia civil y la canónica y las necesidades en la formación. Eso es lo que yo espero de la persona que vaya, independientemente de quién sea"
Claudia Leal
Aunque para Sánchez lo más "interesante" sería la opción de que "fuera un persona nueva que fuera nombrado por el Papa de aquí a febrero. Él tiene que nombrar nuevos obispos, entonces me encantaría que fuera uno de ellos".
En tanto, Álvarez insistió en la idea de que "la lógica sería que fuera Silva" quien viaje. Pero en el caso de no hacerlo apostó en que el posible reemplazante salga desde la jerarquía del episcopado, aludiendo a Ramos o el vicepresidente de la Conferencia Episcopal y obispo de Melipilla, Cristián Contreras, quien releve al jefe de la diócesis castrense.
Leal, por su parte, solo espera que "el obispo que asista a esta reunión sea capaz de transmitir lo que está sucediendo en Chile a nivel de los movimientos laicales, a nivel del diálogo, o no diálogo, entre la justicia civil y la canónica y las necesidades en la formación. Eso es lo que yo espero de la persona que vaya, independientemente de quién sea".