SANTIAGO.- "
Fue un acto jurídico perfecto". Así describió Monseñor
Jordi Bertomeu, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la sentencia de dimisión del estado clerical que impuso el Papa Francisco al sacerdote
Cristián Precht.
En conversación con "
El Mercurio", el religioso respondió al abogado defensor, quien afirmó que demandará "la nulidad insanable" respecto de la condena, que "
estamos ante un acto del Santo Padre inapelable. Inapelable significa inapelable. No significa otra cosa".
Para Bertomeu, en el caso de Precht "se hizo según justicia; fue un acto jurídico perfecto".
Expertos canónicos ven extremadamente difícil que el recurso de nulidad que interpondrá el sacerdote Raúl Hasbún pueda dar algún resultado positivo. Según el mismo comunicado de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha sido el mismo Pontífice quien, de manera inapelable, aplicó la sanción.