SANTIAGO.- El mismo día en que se registraban nuevos casos de intoxicación en Quintero y Puchuncaví tras el segundo levantamiento de alerta amarilla en la zona, la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, daba a conocer la decisión de Cancillería de posponer la firma de Chile en el Tratado de Escazú, un acuerdo latinoamericano para elevar los estándares con los que se resuelven los asuntos medioambientales.
Este miércoles, la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, se refirió a las razones detrás de la decisión adoptada por Relaciones Exteriores. En primer lugar, aclaró que no firmar durante la Asamblea de Naciones Unidas no inhabilita a Chile de hacerlo con posterioridad. "Tiene una duración de más tiempo para poder finalmente dar cuenta de la suscripción de este pacto", aseguró.
También aseguró que "hoy día Chile cuenta y cumple con los aspectos sustantivos que el propio pacto señala en materia de transparencia, en materia de los tribunales ambientales que hoy día existen, en materia de los mecanismos de participación ciudadana, que son múltiples y no solamente radicados en aspectos medioambientales sino también en otros".
Por último, aseguró que la causa del postergamiento de la firma se debe a que Chile "está decidiendo si concurre con declaraciones interpretativas particularmente en los mecanismos de solución de conflictos".
"¿Por qué? A diferencia de otros pactos, en este no existe reserva de alguno de los acápites. Lo único que existe son declaraciones interpretativas que los países pueden hacer, y estamos evaluando si concurrimos con una declaración interpretativa particularmente con los mecanismos de solución de conflicto. Tenemos primero que resolver si vamos a concurrir con la declaración interpretativa", concluyó.
