SANTIAGO.- "Cuando hay un buen ambiente político, eso repercute en el Congreso". Así de optimista se mostró el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Gonzalo Blumel, sobre lo que ha observado dentro de las paredes del Congreso Nacional durante el primer tiempo del Gobierno de Sebastián Piñera.
Su misión ha sido, en sus palabras, la de "recuperar un clima de mayor cordialidad política". "Queremos recuperarlo a la luz de los desafíos que tiene Chile el 2018", aseguró en conversación con Radio Duna. Pero el camino no ha estado exento de baches, como cuando el Gobierno anunció la modernización tributaria y, en respuesta, parte de la oposición se inclinó por no aprobarla.
Esa disposición, a su juicio, se ha ido "diluyendo". "No se observan voces que digan de plano que van a rechazar la reforma tributaria", afirmó, añadiendo que se trata demás de "una actitud muy discutible frente a la ciudadanía".
Como ese proyecto, el Gobierno prepara el envío de otros de gran envergadura, como la reforma previsional, que esperan entregar este mes. "Nos quedan otras tres reformas de aquí al cierre del año legislativo en enero: todo lo que es la modernización de las policías, en materia de salud (Fonasa e isapres) y finalmente el de modernización laboral", señaló.
Este último se entrelaza con otros de los más de 50 proyectos de ley que ha presentado la administración de Piñera, entre ellos el estatuto laboral joven y la sala cuna universal. "Hoy día estamos sembrando las reformas fundamentales que esperamos que se aprueben a partir del próximo año y que nos van a permitir recuperar el rumbo y avanzar hacia un desarrollo integral", explicó.
Consciente de que su rol será el de "generar el acuerdo y el ambiente para que (estas reformas) se generen" dentro del Congreso, Blumel asegura que "las conversaciones siempre existen". "La gracia del Parlamento es que nos permite siempre, todos los martes, miércoles y jueves, una nueva oportunidad", mencionó
Con esto, el Ejecutivo espera cerrar la primera etapa del Gobierno, que para Blumel han tenido tres objetivos: "iniciar la recuperación de la economía", "abordar urgencias sociales" y "abordar un debate público con mejor tono y menos conflictividad".
