SANTIAGO.- Un sorprendente 46% de las preferencias fue el porcentaje de respaldo obtenido por el candidato de extrema derecha, Jair Bolsonaro (PSL), en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil. El resultado no dejó indiferente a nadie, ni dentro ni fuera del país carioca.
En Chile, mientras la DC lamenta el triunfo del "campeón de la intolerancia" y José Antonio Kast se disputa el "efecto Bolsonaro" con Manuel José Ossandón, dentro del Congreso se alza otra voz de la derecha para celebrar el desconcertante resultado y analizar su repercusión en el continente.
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La gente se aburrió de los gobiernos de izquierda, que no se han hecho cargo de las demandas de la ciudadanía y han empobrecido y endeudado a sus países", afirmó este martes en una carta a
El Mercurio el senador UDI,
Iván Moreira.
Se trata, a su juicio, de un "fenómeno que está ocurriendo en varios países latinoamericanos". "Hablamos de países como Chile, Argentina, Colombia y ahora se suma Brasil", expuso. "Los brasileños votaron por pragmatismo, no por un voto ideológico, y se produjo precisamente por el cansancio de nefastas administraciones", añadió.
Se debe, para él, a que las gestiones de Lula da Silva y Dilma Rousseff "fueron nefastas y terminaron con presidentes encarcelados y destituidos, lo que da cuenta de que las cosas no se estaban haciendo de buena forma".
"Por ello, ahora buscan en la centroderecha, más que un giro ideológico, una buena gestión que entregue estabilidad y prosperidad al país. El continente está volcando sus esperanzas en nuestro sector, encomendándonos la responsabilidad de superar las dificultades internas y pensar en el desarrollo", agregó.
