SANTIAGO.- Noviembre de 2017 es un mes que el general de División, John Griffiths Spielman, no olvidará, pues fue designado jefe del Estado Mayor General del Ejército, el segundo más alto cargo del escalafón castrense, después del comandante en jefe. Casi un año después, anota otra fecha importante, pero alejada de los honores militares.
Este martes el alto uniformado fue notificado de su procesamiento por fraude al fisco en el marco de una de las aristas de la investigación por el millonario mal uso de fondos relacionados con la Ley Reservada del Cobre, que lleva adelante la ministra de la Corte Marcial y de Apelaciones de Santiago, Romy Rutherford.
Tras ello, renunció al Ejército y quedó detenido en el Batallón de la Policía Militar en el Comando de Telecomunicaciones de Ejército, ubicado en la comuna de Peñalolén.
La magistrada indaga un presunto mal uso de dineros fiscales de parte de altos oficiales que habrían sido destinados para el pago de viajes de placer junto con sus familias a destinos como Orlando, Punta Cana, Miami, Los Angeles, entre otros. De acuerdo a la indagatoria, antes de llegar a su destino de comisión de servicio pasaban a otros países.
Uno de ellos sería el general Griffiths, quien en septiembre pasado declaró en calidad de inculpado por su comisión de servicio a Estados Unidos en calidad de secretario de la misión militar de Chile, desde enero de 2012.
En esta arista del caso, la ministra Rutherford ya procesó a quien encabeza la jefatura ejecutiva de Administración de Fondos de Salud del Ejército, el coronel Iván Faber, por dos delitos de fraude al fisco.
Estado Mayor Conjunto
La salida de Griffiths implica que el comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Martínez, deberá designar al nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto, organismo de trabajo y asesoría permanente del Ministerio de Defensa Nacional en materias que tengan relación con la preparación y empleo conjunto de las Fuerzas Armadas.
Entre sus funciones destacan la asesoría en la conducción estratégica en los estados de excepción constitucional y en particular, en casos de guerra externa o crisis internacional que afecte la seguridad exterior de la República. Además, en estos dos últimos casos el Presidente de la República le entrega el mando y conducción estratégica de los medios de defensa.
Así, los ascensos se realizan todos los años una vez culminado el proceso anual de calificaciones de la institución, tras lo cual la Junta de Selección para el Ascenso de Oficiales Superiores designa a quienes serían propuestos para su promoción a Oficiales Generales, todo sobre la base de las necesidades institucionales.
Previamente, se realiza un estudio de los antecedentes por los escalones que corresponden, luego la información es transmitida al Ministerio de Defensa para más tarde ser aprobada, en uso de sus facultades constitucionales, por el Presidente de la República.
El homenaje a Krassnoff
Otro elemento que ha agitado las aguas en la institución que dirige el general Ricardo Martínez -asumió la Comandancia en Jefe el 9 de marzo de este año, cargo que desempeñará hasta marzo de 2022-, es el reciente homenaje al brigadier (r) Miguel Krassnoff Martchenko, condenado por delitos de lesa humanidad y preso en Punta Peuco.
El sábado, el hijo del ex agente de la DINA, el coronel Miguel Krassnoff Bassa, quien ya había solicitado su retiro, pronunció un discurso en una actividad deportiva en la Escuela Militar que provocó un terremoto en el Ejército.
Aquel fin de semana, en las olimpiadas interpromociones, afirmó: "Quiero agradecerles profundamente el cariño, la lealtad y la hombría que han tenido el señor director de la escuela (...) y con la aprobación de todos ustedes, de poder acordarse de los soldados que no todos se acuerdan". Hubo aplausos.
Tras ello el ministro de Defensa, Alberto Espina, solicitó al Ejército todos los antecedentes del acto que finalmente significó la baja del director de la Escuela Militar, el coronel Germán Villarroel. En medio, la institución castrense salió a negar que el evento constituyera un homenaje al Krassnoff de parte de esta rama de las Fuerzas Armadas.
Patrimonio de Fuente-Alba
Juan Miguel Fuente-Alba fue comandante en jefe del Ejército entre marzo de 2010 y mismo mes de 2014. En septiembre de 2012, el general (r) autorizó la adquisición de un avión marca Cessna para el Alto Mando Institucional por un monto de US$9,3 millones, a través de una licitación privada, lo que significó que el Consejo de Defensa del Estado se querellara en su contra por fraude al fisco.
No es la único frente que tiene. Además ha sido cuestionado por su alto patrimonio, el que él ha defendido señalando que "está constituido por ingresos y adquisiciones legítimas obtenidos durante 44 años de mi vida laboral (...) Nunca he tenido un ingreso que no sea legítimo y no esté justificado".
Una investigación de noviembre del año pasado reveló que el ex jefe del Ejército habría recibido más de 7.900 millones de pesos en abonos, lo que no se condice con el sueldo que llegó a ganar mientras estuvo en esa rama castrense.
De acuerdo a un informe elaborado por la PDI y que fue entregado a la VI Fiscalía Militar, tras un año y medio de pesquisas, "en una sola cuenta del Banco de Chile los depósitos en efectivo equivalen a $2.118 millones entre 2010 y 2015". El abultado patrimonio que ostenta es una arista derivada del caso del millonario fraude.
Estos casos tienen al Ejército en un difícil momento, marco en el que el general Ricardo Martínez deberá nombrar al alto mando 2019 que lo acompañará en su gestión por los próximo cuatro años.
